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30/12/21

¿Quién estudiará, ahora, las semillas de la cayena?

Antes de partir, el biólogo botánico Brígido Peguero (1952-2021) estaba interesado en estudiar la viabilidad de las semillas de esta planta que, aunque introducida, forma parte de la ‘cultura botánica’ dominicana.

Yaniris López
yaniris.lopez@listindiaio.com
Santo Domingo

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Y ahora, ¿quién llamará a las plantas por su nombre? Yolanda León, bióloga dominicana, sobre la muerte de Brígido Peguero 
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Fue la última entrevista que ofreció a un medio de comunicación, el pasado 11 de mayo de este año.
Hablaba de la viabilidad de las semillas, de cómo muchas especies pierden la capacidad de germinar por semillas y, en cambio, solo lo hacen por estacas, debido a que como seres vivos estas se adaptan a los cambios de reproducción y cultivo.
La yuca es un buen ejemplo, decía el botánico dominicano Brígido Peguero mientras compartía impresiones con la bióloga Yvonne Arias, coordinadora del Encuentro Verde de Listín Diario; con Eladia Gesto, gerente de Programas de Gestión y Conservación Ambiental de la Fundación Propagás; y quien escribe, coordinadora de Vida Verde, la página ecológica de este diario.
“Si dejas de plantar por semillas, la planta deja de producirlas poco a poco porque entiende que ya no son necesarias”, explicaba don Brígido.
“Las cayenas –preguntó el entonces encargado del departamento de Botánica del Jardín Botánico Nacional (JBN)–, ¿han visto ustedes alguna vez las semillas de la cayena?”.
Le respondo que la variedad de hibisco que tenemos en casa está repleta de semillas. Le digo cómo son, cómo dejamos que ese capullo engrosado siguiera creciendo para ver qué tenía dentro (porque no lucía como que fueran pétalos) y cómo un día se rompió y dejó al descubierto decenas de pequeñas semillas negras cubiertas de pelo que parecían tricomas. Pregunta si son de las conocidas como “sangre de Cristo”, rojas y de pétalos simples. Al obtener una respuesta positiva se sorprendió mucho y dijo que ahora había que ver si lograban germinar una vez sembradas.
Le contesto que sí, que las plantamos y germinaron, y que la mayor ha crecido hasta casi alcanzar el metro.
Prometí compartirle imágenes y una vez las recibió don Brígido se alegró –y sorprendió– tanto que se comprometió a estudiarlas y a publicar el estudio en la Salcedoa (la revista científica del JBN) y en el periódico.
Pero no pudo hacerlo. Días después del último correo fue ingresado a una clínica. El 8 de junio, el Covid-19 se llevaba a uno de los más brillantes científicos dominicanos. 

TODAVÍA DUELE 

Costaba creer que se había ido. Todavía cuesta creer que se ha ido. Que no volveremos a ver su cara emocionada cuando hablaba del patrimonio botánico de República Dominicana: su  importancia para la ciencia, sus beneficios y necesidades. Que no volveremos a preguntarle por el nombre científico de las plantas, gestión a la que él le agregaba –en minutos- todos los datos disponibles sobre la especie, para que la información llegara completa al lector.

Su trabajo como biólogo botánico fue más allá de la investigación, la educación ambiental y las publicaciones científicas. 
Peguero legó a la ciencia más de 15,000 números recolectados y decenas de estudios florísticos realizados especialmente en las zonas protegidas dominicanas. 
La Cojoba urbanii y la Calycogonium bairdianum forman parte de las especies nuevas que descubrió en coautoría y en su honor le fue dedicada la orquídea Sudamerlycaste pegueroi.
Su legado es un legado vivo, como las plantas que tanto amaba.  

¿Quién hizo la estatua de Colón ubicada en la Ciudad Colonial?

Yaniris López
yaniris.lopez@listindiaio.com
Santo Domingo 

Con la Catedral Primada de América de fondo y custodiada por cuatro inmensos álamos (Ficus religiosa), la escultura de Cristóbal de Colón, en la plaza que lleva su nombre, es tal vez la estampa más conocida y fotografiada de Santo Domingo.
Y también una de las esculturas más antiguas de la ciudad. En realidad, lo correcto es decir conjunto escultórico porque el Almirante no está solo: lo acompaña la reina indígena Anacaona y otros elementos alusivos a sus viajes, como unas carabelas atravesando el pedestal.

¿QUIÉN FUE SU AUTOR?

La pieza fue encomendada al escultor francés  Ernest Guilbert (1848-1920), famoso por sus obras en espacios públicos, algunas incluidas en el inventario general del patrimonio cultural de Francia. 
Según registra el folleto impreso Arte urbano en los espacios públicos de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, la escultura fue fundida en Francia entre los años 1885 y 1886.
Vaciada en bronce y con pulido natural, se ubicó en ese lugar por disposición del Ayuntamiento de Santo Domingo durante el gobierno de Ulises Heureaux, registra el brochure editado por la Dirección de Patrimonio Cultural Inmueble del Ayuntamiento del Distrito Nacional en 2009, bajo la coordinación de la arquitecta Diana Martínez.
El monumento fue inaugurado el 27 de febrero de 1887.
Tiene pues Colón allí, señalando al infinito, hacia algún punto de América, ¡casi 135 años!
¿Otro dato? La escultura se sostiene sobre un pedestal de hormigón con terminación en granito.
¿Se animará algún día el Ayuntamiento del Distrito Nacional a darle vida, con alguna especie de parterre o muro vivo, a la jardinera que rodea la obra? 


DE INTERÉS

¿Dónde? En la plaza o parque Colón, entre las calles El Conde, Isabel la Católica y Arzobispo Meriño, en la Ciudad Colonial.
Acceso: público. 
Legado. Entre las creaciones más famosas de Ernest Guilbert figuran la destruida obra “Monumento a Étienne Dolet” (1889) en París, “Silla para predicar” (1899), en la iglesia Saint-Clodoald de Saint-Cloud; el busto de Auguste Vitu (1901) y la tumba de Augustin-François Feyen en el cementerio de Montmartre.   

9/12/21

La mujer al revés: turismo botánico en Laguna Mallén

Objetivo: localizar el tronco de esta peculiar jabilla en el refugio de vida silvestre de la Sultana del Este 

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Yaniris López 
yaniris.lopez@listindiario.com  
San Pedro de Macorís

Ni el famoso ponseré (árbol emblema del área protegida), ni la hilera de caoba criolla que vigila uno de los costados de la caseta de los guardaparques, ni los tupidos manglares llenos de biodiversidad…

 Es otra la especie que nos trae de vuelta al refugio de vida silvestre Laguna Mallén, el pulmón verde de la ciudad de San Pedro de Macorís.
La protagonista del turismo botánico de hoy es una jabilla criolla cuyo tronco es un homenaje a la mujer. Solo que… la mujer está al revés. Parece ‘sembrada de cabeza’ y por eso solo se le ven los brazos, el torso, la pelvis y unas piernas muy largas que terminan en el follaje verde oscuro de la Hura crepitans. 

¿El reto? Encontrarla.

Nativa y maderable, la jabilla o javilla es un árbol de tronco espinoso común en el campo dominicano. En Árboles de Santo Domingo (2010) Marianna Zsabo lo describe como un árbol monumental de los bosques ribereños y zonas húmedas que puede alcanzar los 30 metros de altura. En la ciudad se le puede ver en algunas plazas y parques. 

A nivel de folclore, sus frutos enteros se convierten a menudo en las ruedas de los carros de los chicos del campo y las semillas con forma de delfín se usan en artesanía y bisutería.

El ejemplar de Laguna Mallén es un atractivo más del área protegida ubicada en el extremo sureste de la capital petromacorisana.

Hasta ahora, sin embargo, solo han visto su peculiar formación quienes son guiados por algún guardaparques o por Gloria Díaz Martínez, la administradora de la zona protegida, primera mujer en ocupar este puesto en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de República Dominicana.

Es que tampoco es fácil de ver. ¿Una pista? Se encuentra en la Isla de la Mujer, un espacio dedicado precisamente a Gloria por convertirse en la primera guardaparques de Laguna Mallén y de San Pedro de Macorís. 

Glora Díaz

De la silueta de la jabilla, desnuda y boca abajo, llama la atención el perfecto trazado natural de los genitales externos femeninos.

Si logran verla, retratarla y ganar el reto, ¿qué más hacer para complementar el viaje? Un recorrido por los nueve kilómetros de senderos del monumento natural; observar aves nativas y migratorias (llegan para esta época huyéndole al frío del Norte) en los árboles y en los caños, acechar a las tortugas o simplemente respirar aire puro y dedicarse a la contemplación.

¿Qué llevar?

Binoculares, repelente, merienda y muchas ganas de aprender sobre la flora y la fauna del parque ecológico.

Creación. El decreto 309-95, del año 1995, declaró la Laguna de Mallén y sus humedales refugio de fauna Silvestre. 

30/11/21

La planta que “reapareció” 100 años después

         Foto: © Jardín Botánico Nacional

Qué interesante la historia publicada por el Jardín Botánico Nacional (JBN) sobre la Goniopteris fuertesii, un helecho terrestre endémico de La Española y exclusivo del Bahoruco Oriental que no se veía desde 1913, año en que fue descrita y dedicada al padre Domingo Fuertes. 
La especie fue “reencontrada” en la comunidad Las Filipinas (La ciénaga, provincia Barahona), por el técnico y estudiante de Biología Yommi Piña. 

Seguir leyendo en Listín Diario  

21/10/21

El rostro de agave


Ábranla y fíjense en el extremo derecho inferior de la foto. Algún teórico de los antiguos astronautas podría afirmar que se trata de un geoglifo alienígena: un rostro plasmado en un bosque seco de República Dominicana visible desde el espacio con el propósito de enviar algún mensaje extraterreste.  



Pero no. Las rosetas de un agave inclinado fueron las que “dibujaron”, sobre un pedacito pelado de la ladera, esta cara blanca y asustada que hasta miedo da al principio, cuando acercas la foto.
Es más, al ladito de la cara ‘humana’ se forma de una vez la de un perrito. ¿Logran verla?

La imagen fue tomada por Ricardo Briones y publicada en la página 28 del libro Legado de vida - Parques Nacionales de la República Dominicana (APAC, 2012). El pie de foto que acompaña la lámina dice: Montañas cubiertas de bosque seco espinoso. 



Enlace al libro Legado de vida  

14/10/21

Para no perdérselo: octubre de orquídeas en el JBN


¡Floración de orquídeas en el Botánico!

Yaniris López
yaniris.lopez@listindiario.com
Santo Domingo

Este año, debido a la pandemia del coronavirus, no se pudo celebrar la tradicional exposición (y concurso) de orquídeas que organiza cada año la Sociedad Dominicana de Orquideología (SDO) en el Jardín Botánico Nacional (JBN). 
Pero los amantes de estas flores saben que, además de la floración primaveral, hay una segunda muy esperada que alcanza su esplendor entre septiembre y octubre. 
Así que, ¿por qué no aprovechar la ocasión para visitar el pabellón de orquídeas del parque urbano mejor conservado de Santo Domingo?
“Les queremos compartir lo hermoso que está nuestro pabellón de orquídeas”, publicó el Jardín Botánico en su cuenta de Instagram.
“Las orquídeas se han robado el show y están todas mostrando su mejor floración, como si de una competencia o certamen de belleza se tratara”, compartió el JBN junto a una galería de fotos. 

Del pabellón Elsa Isa De Subero

En este espacio del jardín dedicado al cultivo y a la exposición de orquídeas endémicas, nativas y exóticas en un ambiente controlado puedes observar especies como Catleyas, Vandas, Psychilis, Dendrobium y Phalaenopsis y, en representación de las nativas y endémicas de la isla: cañuela (Crytopodium punctatum), angelito (Tolumnia variegata), flor de mayo (Broughtonia dominguensis) y la Tolumnia henekenii. 

22/9/21

Adiós, Genoveva

Un energúmeno (eso solo lo haría un energúmeno, porque los hijos de puta no tienen la culpa del oficio que eligió su madre) puso veneno en algún lugar de la calle y envenenó a Genoveva y a otros gatos que rondaban por ahí.

Pobre gata a la que solo le gustaba dormir, comer, adueñarse del periódico, enamorarse, ‘dejarse embarazar’ y perseguir a los lagartos y mariposas del jardín... 






17/9/21

Un mar de lágrimas

Les dejo por aquí esta orquídea que llora (cultivada por Ángeles Martínez) a propósito de que la Sociedad Dominicana de Orquideología (SDO) cumple este 21 de septiembre 54 años de fundada.  

Aquí la entrevista que publicamos hoy en Vida Verde para celebrar la fecha  


30/8/21

Lectura comprensiva…

Es una pena que el #Zoodom tenga que intervenir en ciertos comentarios publicados en el Instagram de LD en esta historia porque el usuario carece de comprensión lectora o no se toma algo de tiempo para entrar al periódico y leerla completa antes de opinar.
La idea era explicar algunas situaciones que ocurren con ciertos animales en el Parque Zoológico Nacional que podrían pasar por negligencia cuando en realidad no es así.
Algunos usuarios veían el título, las imágenes y de una vez comenzaban a "depotricar" al Zoo. En fin...

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Empieza así:

Pasan cosas raras para los visitantes–no tanto para los biólogos- en los parques zoológicos que invitan a descubrir y redescubrir, y así una y otra vez, las singularidades del reino animal.
Como se trata de espacios para la investigación y protección de la fauna más que lugares de exhibición, algunas situaciones podrían incluso malinterpretarse, dando pie a cuestionamientos sobre el cuidado, la salud y el bienestar de los animales.
Linda, por ejemplo, la chimpancé que nació el 23 de  febrero de 1995 en el Parque Zoológico Nacional (Zoodom), desarrolló una condición médica especial que altera su sistema nervioso central.
Su cuidadora, la bióloga Sarah Pabón, explica que esta condición le causa “problemas visuales, delgadez extrema, dermatitis y aumento anormal y doloroso de la sensibilidad táctil y auditiva”.
Criada ‘artificialmente’ en la clínica veterinaria del zoológico, esto la hace muy sensible a los gritos y otros ruidos.

Seguir leyendo…  


15/8/21

Jardín Botánico Nacional: ¡45 años ya!

El espacio verde más hermoso de Santo Domingo cumple 45 años hoy. El botánico Francisco Jiménez nos dice por qué “los jardines botánicos son como los buenos vinos...” 

Yaniris López
yaniris.lopez@listindiario.com
Santo Domingo

El botánico Francisco Jiménez es el empleado más antiguo del Jardín Botánico Nacional (JBN), al que ha dedicado 38 de los 45 años que cumple hoy domingo el parque urbano. 

La ceiba de la foto es un verde testimonio de su paso por el JBN: casi cuatro décadas estudiando y promoviendo la conservación de la flora de La Española.

Llegó en 1983, el mismo año que ingresó el exdirector Ricardo García. 

Cambió la Biología por la Ingeniería Forestal y se formó como botánico de la mano de quien considera su mentor, el botánico estadounidense Thomas Zanoni.
Comenzó, le cuenta a Listín Diario, “montando especímenes de plantas en el departamento de Botánica”. De ahí pasó a manejar las colecciones del Herbario, siguió como técnico en Taxonomía y Exploraciones y luego como curador y encargado del Herbario, dirigió el departamento de Botánica y hoy es el subdirector técnico de la institución. 

La Ceiba pentandra es apenas una referencia visual de esos comienzos en el Botánico. 
La 'conoció' pequeñita, de apenas centímetros, y la vio crecer en su camino diario hacia Botánica, mientras atravesaba el área dedicada a las plantas nativas y endémicas de República Dominicana. 
“La veía todos los días y hoy es un árbol gigantesco, de más de 20 metros”, expresa Jiménez. 


30/7/21

Gloria Díaz Martínez, guardaparques: “Me gustaría que haya más mujeres dentro de las áreas protegidas”

“Nunca me ha dado temor hacer el trabajo ni he sentido que me irrespetan por ser mujer. Soy de las que digo que no mando a pasar un puente si yo no puedo pasar. Yo soy la cabeza y me voy alante”.

Yaniris López 
yaniris.lópez©listindiario.com 
San Pedro de Macorís

La tildaron de loca pero nunca se lo tomó a pecho. ¿Amanecer sola en una caseta en medio del bosque? ¿Bregar con hombres siendo la única mujer?  
Gloria Díaz Martínez no piensa en roles de género en el trabajo, mucho menos cuando se trata de defender su querido humedal.  
En el año 2010 hizo historia al convertirse en una de las primeras mujeres guardaparques de República Dominicana y hace poco como la primera administradora de un área protegida. 
El lugar que le asignaron vigilar y cuidar es el refugio de vida silvestre Laguna Mallén, el pulmón verde de la ciudad de San Pedro de Macorís.  
Ubicada al sureste del centro urbano del municipio, la reserva de 9 kilómetros de senderos es el punto de recreación y encuentros sociales favorito de los petromacorisanos. 

Entre sus caños, pantanos y manglares, aves nativas y migratorias atraen a estudiosos y observadores durante todo el año. 
Y Gloria se siente orgullosa de ayudar a mantener ese espacio gracias a los trabajos de conservación.

VOCACIÓN MILITAR

Hija de militares, Gloria nació en Jimaní pero se crió y ha vivido toda su vida en el municipio de San Pedro de Macorís. 
Su labor como vigilante de los recursos naturales comenzó hace 11 años, durante la gestión de Jaime David Fernández en el Ministerio de Medio Ambiente, cuando entre las brigadas forestales y militares se solicitaban personas interesadas en ser guardaparques. 
Motivada por su hermano (dizque porque no le tenía miedo a los ejercicios, había pasado por la policía municipal y practicaba levantamiento de pesas), Gloria se formó en la Escuela Nacional Forestal de Jarabacoa, hoy Instituto Técnico de Estudios Superiores en Medio Ambiente y Recursos Naturales. 
Al terminar, no dudó en aceptar el puesto de guardaparques en su pueblo. “Yo me crié prácticamente en la laguna, en el barrio de Villa Faro”. 
Por eso ve con orgullo la recuperación del espacio natural. 
El corte ilegal de árboles, la contaminación y la invasión de terrenos está controlado y el público, especialmente el local, comienza a reconocer su valor ecológico.  
Tampoco le provoca sinsabores el tema de género.  
“Nunca me ha dado temor hacer el trabajo ni he sentido que me irrespetan por ser mujer. Soy de las que digo que no mando a pasar un puente si yo no puedo pasar. Yo soy la cabeza y me voy alante”. 

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16/7/21

Passiflora biflora

Esta curiosa enredadera se llama Passiflora biflora.
Le dicen alas de murciélago. 
De la misma familia de la chinola. 
La pueden ver en el mariposario del Jardín Botánico Nacional, en Santo Domingo.  


30/4/21

Dominicana ¿por siempre?


Dedicada a Argénida Romero
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En un futuro muy, muy lejano, cuando seamos un país ultra/archi/plus desarrollado (si antes no vienen los extraterrestres y unifican toda la Tierra), República Dominicana tendrá que cambiarse el nombre para que no la confundan con Dominica.
 Cuestiones de ego y de asuntos lingüísticos, ya saben…

¿Cuál nombre alternativo les gusta más?

Quisqueya
República Duartiana 
Santo Domingo
República Cibaeña
Punta Cana 

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Enlace de interés  
¿Y si decimos y escribimos solo Dominicana? 


29/4/21

10 años de Vida Verde (Monumento al ego 31)


La primera publicación, con el entonces ministro de Medio Ambiente, Jaime David Fernández, el 28 de abril de 2011; y uno de los trabajos que más me han gustado: localizar geográficamente el pico Duarte.

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Vida Verde, la sección ecológica de Listín Diario (las páginas más lindas que se publican en este diario), cumplió 10 años ayer. Hermosa, en diseño y contenido. Y no porque la haga yo. 
En ella abordamos, desde diversos enfoques, temas sobre ecología, medio ambiente, biodiversidad, turismo sostenible y desarrollo comunitario. 





Como parte de Vida Verde se realiza cada mes el Encuentro Verde, coordinado por la bióloga dominicana Yvonne Arias.





31/3/21

La frontera. ¿Nos hacemos los tontos?

Un usuario de Instagram se preguntó qué pintan los haitianos en una de las fotos que ilustra la historia del Encuentro Verde que hicimos con el señor Ramón Pérez Tejada, director de la Dirección General de Desarrollo Fronterizo (DGDF).
Pérez habló, entre muchos temas, de que la segunda actividad comercial más importante de la Zona Fronteriza (provincias Pedernales, Independencia, Elías Piña, Dajabón, Montecristi, Santiago Rodríguez y Barohuco) es la actividad comercial en el mercado binacional.
Estas provincias representan el 8% de la población nacional. La foto la tomé en Dajabón, un día de mercado.
“Haití es nuestro segundo socio comercial, y ese negocio se hace en la frontera”, dijo Pérez.
Pueden leer la entrevista aquí. 
Eso, que a veces nos queremos hacer los tontos… 



5/2/21

La Poza de los Indios

Sin el molote de gente, en la tierra de Théodore Chassériau (1819-1856), un balneario sobre el río El Limón sombreado y de fácil acceso.

Yaniris López 
yaniris.lopez@listindiario.com 
El Limón, Samaná

El balneario forma parte de la Ruta Chassériau, un recorrido turístico y cultural creado en 2019 en honor al pintor domínico-francés nacido en El Limón en 1819.
A unos cinco minutos en vehículo del centro urbano del distrito municipal, en la comunidad de San Juan Bautista, están las ruinas de una especie de pozo que perteneció a la familia del artista.
Si van, sabrán que es el lugar correcto porque justo allí, a un lado del camino de tierra, se colocó una reproducción gigante de la pintura “El baño de Esther” (1841).
La Poza de los Indios se encuentra a unos 300 metros de este punto. 


 Le espera un baño fresco sobre un cauce sombreado y un ambiente tranquilo. 
Minúsculos rápidos (¿le gusta hacer navegar barcos de papel?) dan paso a los charcos de aguas oscuras que dan parte del nombre al lugar.   
No es una, sino varias, las pozas y piscinas naturales que el río El Limón va esculpiendo antes de su desembocadura cuatro kilómetros más adelante, en el Atlántico. 
Enormes piedras, vestigio de un lecho irregular y en otros tiempos más caudaloso, sirven de plataforma para lanzarse con júbilo al agua verde.
Es un paseo bonito en el norte samanense, de fácil acceso, perfecto para disfrutar en familia. 


DE INTERÉS

Seguridad. Un camino estrecho bordeado de helechos y enredaderas conduce al visitante a los diferentes charcos. No es llano. Las pequeñas pendientes son adecuadas para introducir a los pequeños de la casa en la exploración y el senderismo.  

Para comer.
La comunidad de San Juan Bautista recién se inicia con esta ruta en el tema de turismo de naturaleza. Solicitar almuerzo en las casitas próximo al río o consumir en el pueblo es una forma de cooperar y de fomentar allí el desarrollo sostenible.