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7/8/18

En sus marcas, listos…


Y se armó el bollo. Los gatitos se pelearon por el cable por varios segundos. Les gustó tanto la pelea que al final terminaron peleando por placer y se olvidaron del cable. Luego volvían y se cuadraban, volvían y armaban el bollo, pero ya lejos del cable. Si el cable seguía siendo el motivo de la pelea, cualquiera que dejara la pelea podía correr hacia él y declararse ganador. Pero los gatos, que suelen ser muy inteligentes, sabían que era más divertido ‘pelearse’ de a dos que jugar solo. Y el cable… Bueno, el cable solo era la excusa para hacerlo…