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31/8/07

Don Roque (Monumento al ego 5)


¿Qué decir de don Roque, la figura más querida de La Cafetera, en la Zona Colonial? Cosas que todos saben: que tiene 57 años yendo todos los días a esta cafetería (sí, 57) y 80 y pico de vida. Que es el fundador de los juegos de ajedrez de la calle El Conde. Que trabajó para Oscar de la Renta en los años 70. Que conoció a todos los políticos e intelectuales cuando eran pobres y se tomaban un café allí y muchas otras cosas que pueden leer aquí...

Ah, y que fue un honor para Virginia y Yalo que don Roque gentilmente nos donara un minuto de su entretenido juego de ajedrez para tomarse esta foto con nosotras el pasado jueves 16 de agosto.

Foto: Jaclin Campos

29/8/07

Monumento natural en Montecristi


El "dromedario dormido" es la mayor atracción natural de la provincia de Montecristi, una montaña pelada de tranquilos alrededores y ofertas ecoturísticas.


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Yalo
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Se le conoce como la "loma con forma de camello echado" y no alcanza los 300 metros.
El famoso promontorio, admirado por Cristóbal Colón (primero en hacer referencia a la montaña en su diario de navegación en 1503), forma parte del Parque Nacional Montecristi.
Es la mayor atracción de una de las provincias más viejas de República Dominicana (la villa de San Fernando de Montecristi fue fundada en 1506 a unos 270 kilómetros de Santo Domingo), poseedora de una rica cultura. De lejos no inspira gran cosa.
El Parque Nacional Montecristi apenas tiene unos 550 kilómetros cuadrados pero, según consideraciones de la Secretaría de Medio Ambiente, la roca mayor en forma de zapato que se alza en medio del agua en una de las playas del Morro confieren a la zona una asombrosa peculiaridad.
En sus alrededores, específicamente detrás de la montaña, una playa de arenas rojas y fuerte oleaje casi desierta invita al descanso, mientras la belleza impresionante del color verde azul de la playa de la Bahía del Morro deja a más de uno boquiabierto.
Si quieres llegar a la cima del morro no hay problema. Medio Ambiente construyó una larga escalera que permite llegar hasta la cúspide y un centro de recepción para los visitantes. Para hacer el trayecto más interesante, en sus laderas se construyeron las 14 estaciones de un Vía Crucis. Y si quieres conocer más de la zona, al oeste del Morro están los cayos Siete Hermanos, inmenso refugio de vida silvestre al que se accede por bote y donde se encuentra la mayor población de gaviotas bubis de la isla.

Otras atracciones de la provincia: 

- El museo de Máximo Gómez y José Martí
- El reloj público de cuerdas del siglo XIX
- El carnaval de los Toros
- Los esteros navegables cubiertos de mangles

21/8/07

Linda, pero peligrosa


La mayor atracción de Jarabacoa recibe, los fines de semana, la visita de cientos de personas: locales, turistas y nacionales que se trasladan para conocer una de las maravillas del ecoturismo dominicano.

Pero los 40 metros de espuma blanca del Salto de Jimenoa cayendo sobre el río que lleva su nombre no se ven cuando los visitantes arriban a la entrada de la hidroeléctrica del municipio, a cuyas espaldas se encuentra. Está a 10 minutos de caminata. A la izquierda, antes de la caseta de entrada, una valla advierte sobre las reglas del lugar y los peligros que asechan a los bañistas. Pero nadie las lee. Las letras casi no se ven.

Además, las fotografías de las revistas turísticas son tan bonitas que parecería que nada malo puede suceder allí. Entonces llega la primera estocada: hay que pagar veinte pesos para pasar. ¿Cómo? ¿Es área privada? ¿Tiene dueño el Salto? No, pero es para el mantenimiento de los puentes y las instalaciones que acogen a los visitantes. De ello se encarga una compañía que dirige el empresario Gerineldo de los Santos.

¿Por qué no lo hace la Secretaría de Medio Ambiente o Turismo? Porque fue el señor De los Santos el primero en acondicionar el lugar para que fuera apto para visitas y ellos se encargan de darle mantenimiento desde hace unos 20 años, nos dice el seguridad que cobró la entrada. El dinero, si es así, es pagado con gusto. “Por favor, pasen los puentes de cuatro en cuatro, no más, no se balanceen ni jueguen sobre ellos”, advierte el seguridad.

Entonces llega la segunda estocada: los puentes no parecen tan seguros como en las fotografías, las tablas no se ven tan nuevas como para pisar con confianza, algunos tramos de la barandilla no tienen tubos de agarre ni malla ciclónica, y algunos graciosos no se aguantan y los atraviesan antes de que los primeros en partir alcancen la próxima parada segura, provocando el vaivén que tanto nos advirtieron evitar. Superado el pánico que vive hasta el más experto de los ecoturistas, ahora hay que subir escalones de piedra.

No hay problema, es ecoturismo, no un área de playa. El hedor que se filtra de los baños y de otros lugares que se hace imposible ubicar no empaña la vista impresionante del Salto que se abre al lado de la caseta y de una cafetería, atendida por una chica. Y entonces llega la más fea de las estocadas: “Peligro. Prohibido el baño en esta área. La administración”. La gente voltea y busca afanosamente a quién preguntar si es cierto. Nadie puede creer que después de tan largo viaje el esperado baño sea vetado, que el área es “sólo para observación”.

La chica de la cafetería no responde y no aparece un seguridad –y nadie está dispuesto a devolverse- para preguntarle. Hay personas dentro del agua, a lo mejor es una equivocación. Algunos maldicen la pendiente que deben bajar para llegar al lecho del río, la señora Rosa Batista se queja porque ha hecho el viaje en dos ocasiones y en ninguna ha podido bajar, varios padres llegan hasta el final del barranco y elevan a sus hijos por los aires para que otro familiar o amigo, abajo, los “apare”.

Se escucha un grito de terror, el de Mercedes Liriano, al ver que su sobrino, de unos siete años, sale corriendo hasta los palos que bordean el precipicio y sirven de balaustrada. -¡No hay seguridad aquí, esto está abandonado!, se queja. La basura se amontona alrededor de la caseta abarrotada de gente que espera que alguien se pare del banco roto para sentarse. El tiro de gracia lo pone un hombre que llega con una culebra negra de más de un metro para venderla y la deja en exhibición toda la tarde, en espera de un comprador.

Resulta un alivio que muchas personas se hayan quejado de la falta de seguridad en el lugar y de la basura en los alrededores. Yasele Gómez, encargada de la Oficina de Turismo en Jarabacoa, explica que le dan seguimiento a las denuncias de los visitantes y se lo comunican a la empresa encargada. Confirma que la policía turística hace sus patrullajes -se empeña más en fechas especiales-, y que han propuesto la construcción de otra estructura más fuerte para llegar al lugar o que se refuerce la existente.

Foto: Yalo

17/8/07

La Generación (Monumento al ego 4)


¡Qué tiempos!
Oyendo música de Rolling Stones
formando parte de una revolución
cantando el Hare Krisna
viviendo cada noche el amor...
(Perales, El Rincón de Andrés)

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En la imagen, de atrás pa'lante: Yalo, María Isabel, Nodalia y Jaclin, fundadoras de la sección La Generación, del Listín Diario, en un sitio emblemático para ellas: Café El Conde, ayer.
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La foto es de Phillipe Leonor

Pintaron el Consistorial



La verdad es que por muchos años el espacio comprendido entre las columnas y las paredes de piedra del Palacio Consistorial de Santo Domingo (Zona Colonial, Conde esquina Meriño, frente al parque Colón) no era más que un criadero de ratas, refugio de vagabundos y “meadero” público. Ahora está tan bonito, tan pulcro, tan precioso con su color mantecado clarito, tan nítido, que choca verlo. Los más extremistas hasta se pusieron guapos con el cambio. “Sólo necesitaban limpiarlo y alumbrarlo –dicen- no cambiarle su estado original”. ¡Ay, Santo Domingo, palo si boga y palo si no boga!
El palacio, antigua sede del Ayuntamiento "colonial", fue construido entre los años 1502 y 1504 y remodelado entre 1911-1913 por el arquitecto Osvaldo Báez Machado. Hace años funcionaba en el lugar el Banco de Trabajadores, pero ahora el edificio es regentado por el Ayuntamiento del Distrito Nacional y en sus salas se realizan actividades culturales. Ah, la torre tiene nombre: le dicen El Vivaque. Ni idea.

Foto nueva: Yalo
Foto vieja: rsta.pucmm.edu.do

14/8/07

Su primer arte vial


Menos ostentosa que la muestra que Yann Arthus-Bertrand presentó en las verjas del Parque Independencia en el 2004, y con menos cuadros que los presentados por Mercasid con las mujeres vivas más influyentes en la historia dominicana en el mismo parque y en el Duarte de la avenida Venezuela, en la Zona Oriental, la ciudad de Jarabacoa inauguró el 3 de este mes su primera muestra vial. Se llama Sendero de Luz y la organizan el Movimiento Artístico Salamandra y Artistas de la Sierra.

“Quisimos hacerla para recrear a nuestra gente, para disipar y alejarnos un poquito de tanta violencia, de la política y las drogas”, nos dijo la presidenta de Salamandra, Charo Jiménez, cuando “accidental y ocasionalmente” paseábamos por la ciudad de la eterna primavera.
Son unas 30 obras. Lo hicieron vial “para que tanto el que va montado en un carro, en un motor o caminando tenga la oportunidad de apreciar la belleza de las obras. Y la titulamos Sendero de Luz porque trasciende hasta lo espiritual”.

Artistas de renombre como Porfirio Ferrer, Carlos Regalado y Marcos Jorge (Quimbo) cedieron sus pinceles para la muestra, que pueden ver hasta el 21 de agosto en la calle Paseo de los Maestros, en las verjas del colegio de las Hermanas Salesianas.

13/8/07

Jarabacoa (Monumento al ego 3)


Me hueles a guayaba
a cordillera helada
a tierra verde
y lluvia tropical
Me hueles a pradera
y a eterna primavera
me hueles a futuro
y libertad
Perales)

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En la imagen Lissette, Marisol, María Mercedes, Yalo, Yenny, Yocasta y Erika. Foto: Miguel Aza

8/8/07

¿De viaje?

Una apropiada escultura en relive adorna las paredes de la empresa Caribe Tours, del lado de la Leopoldo Navarro. Muestra a una familia que corre ¿feliz? a tomar el autobús, aunque la guagua no se vea.
Ahora fíjense en la expresión de los rostros de los pequeños. ¿Les parece que van de viaje? ¡Nooooo! "A la guerra, más bien", diría Ronald Weasley. O al baño.
Los chicos lucen aterrados, sacados de una escena de la película "War of the world". Huyéndole a algo o a alguien. ¿Será que se imaginan el servicio, la cafetería y las "comodidades" de la empresa?

6/8/07

Y con ustedes… ¡El Royal Palace!


Sí, el mismo burdel de mala muerte de Carnaval de Sodoma, el libro del escritor dominicano Pedro Antonio Valdez, visto desde la calle, frente a frente a la catedral de La Vega. El edificio que ponía de puntas a los curas de la Inmaculada Concepción por las orgías y desenfrenos que allí ocurrían –según la mente de Valdez, “confesor de curas, santos y demonios"-, se yergue con su tono pastel desafiando el tiempo. Está ubicado en la esquina de las calles Don Antonio Guzmán y Padre Adolfo. La edificación mantiene el glamour de otras décadas, cuando era uno de los hoteles más visitados de la ciudad. Actualmente, la planta baja es ocupada por tiendas y oficinas. En la azotea se siguen realizando actividades culturales (¿?). Cuando una lo ve, afloran los episodios de la novela editada por Alfaguara en el 2002 y llevada al cine por el director Arturo Ripstein en el 2006. Imposible olvidar a la princesa de Jade, a los clientes del bar, al chinito dueño del hotel y su mujer y a Yara, la gata...

Pobre Máximo Gómez

También a él le robaron su espada. Se une en desventura a Gregorio Luperón y Neptuno, que igual fueron desarmados. Seguro que sus espadas y el tridente darán forma ahora a alguna cuerda de piano, una campana, un cable, un arete, cosas más importantes y útiles que el valor ornamental de una estatua.
Y decimos pobre porque ¿qué es de un héroe sin su espada, sin su horquilla, sin su lanza, sin su honda, sin su casco? Está bueno que pase. ¿Cobre y bronce a la intemperie? ¿Cero vigilancia en las plazas? Es mandando a los ladrones a robárselos, ¿no?
Cuando pase frente a la estatua, en la avenida Máximo Gómez con John F. Kennedy, fíjese que hay que ser muy observador para darse cuenta de que la mano del prócer de la Independencia Cubana debe sostener algo. Para los fines, podrían colocar flores…

3/8/07

El monte hermana


No hay dudas de que sí. Además de que hermana te quita la vergüenza. Cuando no tienes más remedio que encuerarte delante de tus compañeros de viaje porque no hay dónde meterse, no te queda más que considerarlos tus hermanos, primos o tíos. ¿Celulitis, estrías, cicatrices? ¡Qué importa cuando tienes que orinar o bañarte en medio de la nada! A menos, claro, que prefieras morir por retención de líquidos o por acumulación de sucio.

En el monte se pasa hambre, el cabello se crispa, las manos y los pies se ponen chuecos, la cara pierde lozanía (adopta tres y cuatro colores juntos), la ropa se ensucia y todo el tiempo una parece acabadita de levantar, o sea, algo parecido a la Bruja del 71. El monte no respeta clases. Las chicas privonas llevan las de perder, porque los guanajos, como no tienen nada que arreglarse, siempre lucen mejor que nosotras. Ahí te das cuenta si es cierto que ella o él te gusta. Ahí piensas que es cierto lo que dijo, una vez, Mark Twain: "La mejor forma de saber si amas u odias a alguien es hacer un viaje con él".

En la imagen: Una tarde muy fría en Compartición, en la cordillera Central, cuatro kilómetos antes de llegar al pico Duarte. (Foto: José García -Indiana-)