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3/8/07

El monte hermana


No hay dudas de que sí. Además de que hermana te quita la vergüenza. Cuando no tienes más remedio que encuerarte delante de tus compañeros de viaje porque no hay dónde meterse, no te queda más que considerarlos tus hermanos, primos o tíos. ¿Celulitis, estrías, cicatrices? ¡Qué importa cuando tienes que orinar o bañarte en medio de la nada! A menos, claro, que prefieras morir por retención de líquidos o por acumulación de sucio.

En el monte se pasa hambre, el cabello se crispa, las manos y los pies se ponen chuecos, la cara pierde lozanía (adopta tres y cuatro colores juntos), la ropa se ensucia y todo el tiempo una parece acabadita de levantar, o sea, algo parecido a la Bruja del 71. El monte no respeta clases. Las chicas privonas llevan las de perder, porque los guanajos, como no tienen nada que arreglarse, siempre lucen mejor que nosotras. Ahí te das cuenta si es cierto que ella o él te gusta. Ahí piensas que es cierto lo que dijo, una vez, Mark Twain: "La mejor forma de saber si amas u odias a alguien es hacer un viaje con él".

En la imagen: Una tarde muy fría en Compartición, en la cordillera Central, cuatro kilómetos antes de llegar al pico Duarte. (Foto: José García -Indiana-)

2 comentarios:

Alguien dijo...

Me has ayudado a entender la frase.

Yalo dijo...

La de Twain, ¿verdad?