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Mostrando entradas con la etiqueta balnearios de República Dominicana. Mostrar todas las entradas
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3/1/19

Acapulco sin gente


Jima Abajo, La Vega
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Si no ha ido, por lo menos ha escuchado que es uno de los balnearios más visitados de La Vega. De lo rico que saben las tilapias y el moro que sirven en las enramadas; de que las pozas que se forman a lo largo del río Jagüey no son tan bajitas como parecen, que lo que pasa es que el agua es tan transparente y limpia que confunden a cualquiera.
Y seguro también le han dicho del molote de gente que lo visita, al punto de que muchos se devuelven en la entrada.
Pero si va por estas fechas lo encontrará al mediodía así: quieto, sin bulla, verde por todos lados, perfecto para las almas solitarias que no soportan el ruido. Acapulco en calma es un regalo para los sentidos. 
El agua fría solo se siente al principio, después: ¡bienvenidos todo tipo de chapuzones! 


PARA IR. Desde Santo Domingo, tome la autopista Duarte y doble a la izquierda en el cruce de Los Algarrobos (a unos 12 kilómetros del centro de La Vega), donde se encuentran las famosas lechoneras. El camino vecinal que conduce a la falda de loma Miranda le llevará directo al balneario. El trayecto le tomará unos cinco minutos.

El amplio balneario cuenta con zonas verdes para picnic, pequeñas enramadas donde almorzar y parqueo. Aproveche la ocasión –porque de todas formas hay que pagar la entrada- y exíjale a los administradores que sean más cuidadosos con los residuos sólidos que se generan en el balneario. 





12/2/16

Las Barías, el bosque urbano del Sur

Es el monumento natural de La Descubierta, un espeso bosque urbano en el que brotan 48 norias de aguas tan frías que al menor contacto hacen tiritar

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Yaniris López
yaniris.lopez@listindiario.com
La Descubierta, Independencia
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Si en las fotos la piscina se ve casi siempre vacía, no es por falta de bañadores o de que escaseen las ganas de darse un baño. Es que son pocos los que aguantan más de 10 minutos dentro del embalse de Las Barías, el balneario de La Descubierta. 

Ese frío del agua, las venas de los manantiales discurriendo entre los troncos y la sombra de las barías, ceibas, guamas y otros árboles de gran tamaño hacen de este bosque urbano del suroeste dominicano, al noroeste de la provincia Independencia, un lugar perfecto para compartir, pasear, respirar aire puro y disfrutar de la naturaleza.
El balneario fue convertido en monumento natural en 2009, con un espacio de 1.23 kilómetros cuadrados, para proteger y conservar los manantiales que vienen no se sabe de dónde pero que brotan aquí, en el centro urbano del municipio, y se desparraman por todo el entorno. 

En el lugar, administrado por el ayuntamiento de La Descubierta en coordinación con el Ministerio de Medio Ambiente, se han documentado 48 norias o pozas que salen a la superficie.
Gran parte del agua es represada en una piscina y de ahí discurre por el canal Las Barías, explica el presidente del ayuntamiento de La Descubierta, Freddys Méndez.


Antes de “morir” en el lago Enriquillo, las aguas de este canal riegan, a lo largo de unos 12 kilómetros, todas las tierras de La Descubierta y parte de Boca de Cachón Viejo.
En meses muy fríos, la temperatura del agua de la piscina ha llegado a los ¡seis grados Celsius!
Pero lejos de ahuyentar al visitante, ese reto de tirarse al agua, presumir de valiente y ver cuánto se puede aguantar el frío en el cuerpo es uno más de sus atractivos.  

“El agua de las norias sale del subsuelo. A veces se pone turbia debido al desprendimiento de tierra en las lomas, pero todavía no sabemos de qué loma llegan (los manantiales). Hemos hecho investigaciones y pruebas en las lomas que pertenecen a nosotros y todavía no damos con ese dato”, dice Méndez a LISTÍN DIARIO.
Las Barías siempre ha sido un balneario muy popular en la región Sur, incluido en los destinos a visitar de la ya famosa ruta alrededor del lago Enriquillo.

¿Por qué Las Barías?

Las Barías hace referencia al nombre común de la especie Calophyllum calaba, los árboles más abundantes (90 %) del bosque. Hay también muchas ceibas, guamas, helechos y un par de framboyanes.  


La promoción ecoturística y el mejoramiento físico del Monumento Natural Las Barías están contemplados en el Plan Municipal de Desarrollo 2014-2016 de La Descubierta. Al  municipio le llaman La Novia de la Frontera. 


¿Dónde comer? 
Por los alimentos no hay que preocuparse. Dentro del bosque natural tiene la opción de probar la rica comida criolla que prepara desde hace muchísimos años Estanila de Óleo Medina en el comedor ubicado al fondo del costado derecho de Las Barías. Y si no, en los alrededores hay pequeños hoteles y comedores que con gusto les ofrecen sus delicias. 



¿Horario, costos? La entrada al lugar ha sido siempre gratis y nunca cierra. 

Para llegar. Una vez en La Descubierta, tome la avenida Joaquín Aybar, la principal del pueblo y la misma que comunica a La Descubierta con Bartolomé (al sur) y Las Caritas de los Indios y Postrer Río (al este).




Los niños son los que más duran en el agua.
Las barías son los árboles más abundantes en este bosque.

Entre árboles: el comedor de doña Estanila.

15/7/15

Pobre Comate. Sniff...

28 de junio de 2009

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9 de julio 2015
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Perdonen el alarme (ya saben que Yalo es bien dramática), pero miren cómo se notan los efectos continuos de la sequía en el balneario sobre el río Comate. La primera foto fue tomada el 28 de junio de 2009; la segunda fue tomada el pasado jueves 9 de julio. Comparen y noten cómo las cortinas de agua de los extremos de la cascada prácticamente han desaparecido. Y decimos sequía para no pecar, porque en Bayaguana saben que también es obra y gracia de la intervención humana en Sierra de Agua, la loma donde nace Comate. Snif…

5/2/15

Las venas de agua de La Descubierta

El arroyito que transcurre paralelo al charco de La Descubierta (Monumento Natural Las Barías) pasa casi inadvertido para la mayoría de los visitantes.
Pero las miradas más cursis (ejem) no pasan por alto el espectáculo que su vena de agua va dejando entre los árboles y la placita del balneario.
Su corriente, clara, gris, bajita y revoltosa, serpentea entre las matas, las sillas de los ventorrillos de comida, las piedras, los bultos y los pies de quienes lo ignoran y lo saltan porque no les interesa su curso sino la piscina, una de las pozas más frías del Sur y del país, en la provincia Independencia. 
A veces el hilo de agua se parte discretamente en dos, o en tres, y cierra de nuevo en un punto de su recorrido. A su paso va dejando pequeñas riadas o minúsculas cascadas en algún trozo inclinado del terreno. 
Y así, alegre, ajeno al jolgorio de los niños que tiritan de frío, de los adultos que comen moro, pescado y fritos verdes y de las vendedoras que ofrecen a los viajeros sombreros de colores, ignora también a todos y se pierde entre la maleza, sabrá quién hacia dónde…

9/3/12

Manabao, ¡el mejor balneario de agua dulce!

Con récord de votos y todo, Manabao ganó nuestra última encuesta y se alzó, según los usuarios del blog, como el mejor balneario de agua dulce del país. El lugar obtuvo 136 de 502 votos. En un segundo honroso lugar quedó San Rafael, en Barahona, con 124 votos. Y el tercero fue para Masipedro, en Bonao, con 90 votos. Siguieron La Toma, en San Cristóbal; La Descubierta, en Independencia; y el Cachón de la Rubia, en Santo Domingo Este.
Cualquier cosa que se diga de Manabao, en Jarabacoa, resultará insulsa y posiblemente le quede corta. Sus pozas se van formando en las –a esa altura– frías aguas del río Yaque del Norte. Uno de los puntos más usados es el de La Ciénaga, el pueblito desde donde parten los viajes al pico Duarte. Los paisajes que rodean el río son impresionantes. Realmente impresionantes.
Ah, y atendiendo a algunas quejas, el balneario de Comate, en Monte Plata, no fue incluido en la encuesta porque no llenaba los requisitos.
Gracias por votar, chicos. Recuerden que después del 95% de su gente, lo más hermoso que tiene República Dominicana es su geografía, así que, ¡a disfrutarla!

1/9/10

La Boca: río y playa

Un oasis gigante salado y dulce, de sombra y sol, que permite todos los cuadros fotográficos y acelera los deseos de darse un baño

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Yaniris López 
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La playa y el río se besan en La Boca, un balneario del distrito municipal La Entrada (Cabrera, María Trinidad Sánchez).
Descubrir el lugar llena los sentidos del visitante primerizo.
El meandro de Arroyo Salado, antes y después de tocar las aguas del Atlántico forma a su paso un oasis gigante, salado y dulce; de sombra y sol, que permite todos los cuadros fotográficos y acelera los deseos de darse un baño. Bajito aquí, algo profundo allá, ya sea que prefieran divertirse con juegos de mesa, tenderse al sol o jugar, niños y adultos encuentran en La Boca el espacio perfecto para recrearse, un rincón donde premiar y bendecir la existencia.
En uno de los costados, frente a la playa, sigue en pie el pequeño cementerio que, según los lugareños, dejó intacto aquel maremoto de 1946 que arrasó con varias comunidades de la Costa Verde.

UN RINCÓN PARADISÍACO EN LA COSTA VERDE
Ubicada a 8 kilómetros del centro de Cabrera y a 25 de Nagua, la playa La Boca recibe este nombre porque allí ‘desemboca’ el río Arroyo Salado.
El sitio es de fácil acceso y se presta para todo tipo de actividades recreativas. Una pequeña cafetería ofrece a los visitantes bebidas y picaderas.

PARA LLEGAR: Tome la carretera Nagua- Cabrera y un letrero le indicará la entrada al balneario, que se encuentra a kilómetro y medio de la vía.