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28/12/24

Tres senderos despejados para despedir el año monteando

Punta Balandra desde el mar

Como las temperaturas bajan un poco a finales de año, despidamos este 2024 paseando por tres senderos costeros – y despejados- en los que las protagonistas son las vistas espectaculares, amplias y a pleno sol que esperan al visitante cuando alcanza su destino.

¿Alguna zona especial para hacer los tres recorridos el mismo día? Samaná y María Trinidad Sánchez. ¿Algo en común? Los tres senderos llevan a lugares que invitan a desconectarse, hacer catarsis emocional por el año que termina y disfrutar de los encantos de estas dos provincias cibaeñas.

Sendero que lleva a punta Balandra

Punta Balandra. El inicio del sendero que lleva al observatorio terrestre para ver a las ballenas jorobadas se encuentra 14 kilómetros al este del centro de Santa Bárbara, tomando la carretera que conduce a Las Galeras. Este sendero de 250 metros de subidas suaves ofrece una vista panorámica amplísima de la bahía de Samaná y del Atlántico. La caminata se torna por momentos sobrecogedora, pues los ojos no pueden apartarse del fondo azul que rodea la escarpada colina. Además de agua, lleve binoculares porque, como cada año, las jorobadas ya comienzan a llegar a las aguas cálidas del Santuario para alimentarse, aparearse y parir a sus crías.

Samaná

Hacia cayo Vigía. De vuelta a la ciudad de Santa Bárbara y estando frente al malecón, tome la calle (antes era un camino rústico) que rodea la ensenada que lleva al emblemático puente de Samaná. La caminata desde la rotonda, primero en línea con el mar y luego sobre el puente, termina unos dos kilómetros más adelante bajando los peldaños del último islote (cayo Vigía). Desde aquí la vista se pierde entre los cerros del municipio de Samaná y los veleros que custodian la bahía. La imagen del puente en contrapicado, el azul del agua, el verde de las montañas y los puntos multicolores de la ciudad a lo lejos completan un paisaje que confirma todas las percepciones bonitas que se tienen de esta provincia costera.

Balneario La Boca

La Boca y Arroyo Salado. De Samaná tomamos rumbo al nordeste, hacia el municipio de Cabrera, en la provincia María Trinidad Sánchez. Objetivo: pasar un rato en el balneario formado por la desembocadura del río Arroyo Salado en la playa La Boca. Ahora bien, en lugar de llegar en vehículo hasta la despejada zona, caminaremos por un sendero que corre paralelo al camino principal y que comienza en la comunidad La Entrada, el mismo que conecta La Boca con playa Los Cocos, un paseo de 1.5 kilómetros entre cocoteros que augura una de las mejores aventuras acuáticas de la llamada Costa Verde.

23/7/16

Elige un río... ¡Vive el verano!

Que las altas temperaturas solo sean una excusa para salir de la ciudad y disfrutar de los afluentes que retan al calor. ¡Crea tu propia ruta!

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Llegó el verano con su abrasante sol, noches pegajosas, sudores apenas caminas unos cuantos metros y una indeseable humedad en el aire mezclada con polvo y raros olores. ¿Ponerse de mal humor por ello? No se vale. Es la mejor excusa para salir de la ciudad y vivir la temporada a plenitud. 
Verano se escribe con ‘r’ de río. Aguas dulces para refrescar el cuerpo y zambullirse sin temor a darse un trago; pozas a las que saltar desde una piedra, manantiales de corrientes frías que hacen tiritar, regolas, ambientes sombreados donde descansar y dejar a un lado las prisas...
Hay muchísimos para elegir en todas las regiones dominicanas. 
Te proponemos algunos para empezar, muchos de ellos de fácil acceso y ubicados próximo a comunidades y centros ecoturísticos que facilitan la estancia y la seguridad.

Ríos y saltos en Monte Plata. El gran charco que se forma sobre el río Comate, a unos tres kilómetros de Bayaguana, sigue siendo el balneario más visitado de la región Este. ¿Te gustaría disfrutar otros puntos del famoso río? Pásalo de largo siguiendo la carretera Bayaguana-Sierra de Agua y descubre por qué sus orillas son, desde hace varios años, la meca de los campamentos de verano dominicanos. Una vez en el cruce Sierra de Agua-Hidalgos, pregunta cómo se llega al Salto Alto (no confundir con un balneario del mismo nombre ubicado cerca de la carretera) y disfruta de una de las cascadas más impresionantes de República Dominicana. 

Saltos de Jima. Las Pozas de la Reina, en Bonao, han hecho del río Jima un destino popular muy visitado todo el año. En verano, prefiérelas para recorrer sus senderos en familia, respirar aire puro y sentir la frescura de las aguas en sus saltos, pequeños embalses y discretos rápidos que discurren entre piedras. Están ubicadas al sur de la presa de Rincón, en la comunidad Charco Prieto, a la que se accede desde la autopista Duarte.


La Ballena, San Juan. Si sientes que te falta el aire luego de recorrer a pie, durante unas ocho horas, 18.6 kilómetros desde La Ciénaga de Manabao (La Vega) hasta el Valle del Tetero (San Juan), el balneario La Ballena y sus aguas frías como hielo te darán la bienvenida a uno de los valles intramontanos favoritos de los senderistas dominicanos. Es la opción más alta, a unos 1,562 metros sobre el nivel del mar. 

La Cortina. ¿Te apetece un baño en aguas tan frías que taladran el cuerpo cargadas, a la vez, de buena suerte? Entonces párate unos minutos en La Cortina, un balneario a orillas de la carretera que comunica Manabao y Jarabacoa. Tienes dos opciones: bañarse bajo las aguas siempre limpias de la cortina, o en la piscina que recoge sus aguas.

Artibonito. En la zona fronteriza, la recomendación se encuentra a ambos lados de la carretera que lleva hasta la comunidad de Río Limpio, al norte de Elías Piña: las siempre frías y limpias aguas del río Artibonito, el más largo de La Española.

La Boca. ¿Aguas dulces y frías muy cerca de la playa? Las encuentras en Arroyo Salado (Cabrera, María Trinidad Sánchez), justo antes de su desembocadura en el Atlántico. Las aguas del balneario, conocido como La Boca, son perfectas para el disfrute de grandes y pequeños.


Manabao es un pueblito de ensueño. A 23 kilómetros del centro de Jarabacoa, muchos charcos se forman sobre el río Yaque del Norte y los arroyos Grande y Dajao que lo convierten en un atractivo destino veraniego. Las pozas tienen diferentes niveles de profundidad, incluyendo charquitos entre piedras ideales para los niños a la altura de La Ciénaga, la comunidad desde donde salen los excursionistas a conquistar la cima del pico Duarte o el valle del Tetero.

Jamao y Blanco. En los alrededores del proyecto ecoturístico Sereno de la Montaña, en la provincia Espaillat, los ríos Blanco y Jamao son una refrescante opción para explorar tupidas riberas y corrientes de todos los tamaños, con ofertas para recorrerlas en tubo o kayak.

La Zurza. Este frío manantial ubicado al oeste de la comunidad Vengan a Ver, en la provincia Independencia, te gustará si estás de paseo por el Suroeste y prefieres balnearios menos frecuentados que Las Barías y Boca de Cachón. Está a pocos metros de la carretera que comunica Jimaní y Duvergé.

1/9/10

La Boca: río y playa

Un oasis gigante salado y dulce, de sombra y sol, que permite todos los cuadros fotográficos y acelera los deseos de darse un baño

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Yaniris López 
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La playa y el río se besan en La Boca, un balneario del distrito municipal La Entrada (Cabrera, María Trinidad Sánchez).
Descubrir el lugar llena los sentidos del visitante primerizo.
El meandro de Arroyo Salado, antes y después de tocar las aguas del Atlántico forma a su paso un oasis gigante, salado y dulce; de sombra y sol, que permite todos los cuadros fotográficos y acelera los deseos de darse un baño. Bajito aquí, algo profundo allá, ya sea que prefieran divertirse con juegos de mesa, tenderse al sol o jugar, niños y adultos encuentran en La Boca el espacio perfecto para recrearse, un rincón donde premiar y bendecir la existencia.
En uno de los costados, frente a la playa, sigue en pie el pequeño cementerio que, según los lugareños, dejó intacto aquel maremoto de 1946 que arrasó con varias comunidades de la Costa Verde.

UN RINCÓN PARADISÍACO EN LA COSTA VERDE
Ubicada a 8 kilómetros del centro de Cabrera y a 25 de Nagua, la playa La Boca recibe este nombre porque allí ‘desemboca’ el río Arroyo Salado.
El sitio es de fácil acceso y se presta para todo tipo de actividades recreativas. Una pequeña cafetería ofrece a los visitantes bebidas y picaderas.

PARA LLEGAR: Tome la carretera Nagua- Cabrera y un letrero le indicará la entrada al balneario, que se encuentra a kilómetro y medio de la vía.