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31/12/09

¡Feliz 2010, monteros!

Gracias por soportar a la Yalo otro año, chicos, y por acompañarla alrededor de lo más lindo que tiene República Dominicana después del 98% de su gente: la geografía nacional. El otro %, como habrán entendido, corresponde a políticos y ex trujillistas. Es más, pidámosle a los Reyes Magos nuevos congresistas y nuevos políticos que, si bien no garantizan nuevos cambios, nos harán creer que sí y disfrutaríamos los primeros meses del 2010 de aires, caras y promesas nuevas. Y a éstos les pediremos que, por favor, arreglen la calle que une Comate con Monte Plata, la carretera que une Valle Nuevo y Constanza y las tablas podridas que llevan a la cima de El Morro, en Montecristi.
Nos veremos en unos días. La Yalo despedirá el año en las laderas de Monte Plata y celebrará el nuevo en los montes de Río Limpio (Elías Piña). Monteando. Como debe ser. Diviértanse. Viajen y lean mucho. Ella, entre las verdes montañas de la frontera leerá Bariloche, uno de los libros de Andrés Neuman. Lean lo que les dé la gana, y también lean a Neuman, si pueden. Sus letras son buenas para los viajeros. Y si el viajero es, además, buen lector, lo disfrutará en extremo. Y si el viajero, además de buen lector tiene buen gusto, encontrará en sus libros un boleto directo al valle del Tetero, a Punta Rucia o al valle de Constanza; no porque Neuman haya escrito sobre estos lugares, sino porque leerlo nos hará olvidar que hay un país en el mundo cuyo presidente comparece ante la nación para alentar el seguro triunfo de Martha en American Idol (porque era la mejor) pero se hace el desentendido en asuntos que durante todo el año pedían a gritos que ¡dijera algo, caray! Pero no dejen que nadie les robe su queso (¡ja!), ni siquiera él.
Muchos abrazos,
Y.

27/12/09

Si yo viviera en Miches...

Si yo viviera en Miches, haría una protesta (pacífica, eh) para que quiten del parque principal del pueblo ese espantoso homenaje a Juan Pablo Duarte que, se supone, debe ser un atractivo para los que visitan el lugar.
Si lo querían subir sobre un pedestal, ¿no pudieron construir algo más decente, más elaborado, un poco más lindo?
Haría la protesta aunque no me hagan caso, porque creo que Duarte, como Padre de la Patria, se merece algo mejor. Y si fuera "síndico" de Miches o "gobernadora" de la provincia El Seibo, después de tumbar el busto mandaría a meter preso por tres días al responsable de tan dudoso gusto arquitectónico. Sólo para asustarlo.
Pero como, lamentablemente, no vivo ni soy de Miches

26/12/09

Ofir Hirsh, el pintor de Las Terrenas

EL ARTISTA ISRAELÍ SE AFINCÓ EN SAMANÁ HACE OCHO AÑOS. ALLÍ TRABAJA Y DIRIGE UNA FUNDACIÓN INFANTIL

Yaniris López

Le dicen Oro y llegó a tierras dominicanas hace ocho años junto con su esposa Limor Nessa procedentes de Israel. De profesión es asesor de negocios y experto en comercio electrónico, pero su gran pasión es la pintura. “Soy un adicto a pintar”, confiesa Ofir Hirsh. “Crear arte para mí es un placer puro, una pasión, una obsesión, una necesidad. Pintar, para mí, es libertad. Pinto lo que siento y quiero sin límites, sin obligaciones y sin ningún compromiso. Pintar, para mí, es la perfecta meditación y la mejor medicina que cura todo. Es una manera fácil para celebrar, para expresarme y para sentirme especial y feliz”.
Nacido en 1972, luego de concluir el servicio militar como soldado paracaidista en el ejército de Israel, en 1993, Oro se dedicó a conocer los países de Sudamérica y se enamoró de la cultura latina. Comenzó a pintar en 1995 y abrió una galería de arte en Israel en 1997. Para 1999 había completado estudios de economía, administración y contabilidad en la Open University y Ra’anana College de Israel y ese mismo año decidió buscar nuevos rumbos y oportunidades fuera de su país.
En Estados Unidos trabajó en el comercio electrónico, fundó su propia corporación y, hasta la fecha, se ha dedicado a ofrecer consultas a clientes privados e instituciones internacionales sobre los mercados de mercancías y las estrategias de fondos de inversión libre.
Al llegar al país y recorrerlo de cabo a rabo, al punto de que lo conoce, quizá, mucho más que miles de dominicanos, Oro no lo pensó mucho y decidió quedarse a vivir, por elección obvia, en Samaná, en el municipio de Las Terrenas.
“Es una área que está llena de obras maestras de Dios: playas vírgenes, ríos, junglas y montañas. Cientos de matices de azul y miles de verdes, y un sentimiento mágico que está en el aire y no puedo explicarlo en palabras”, lo describe. Como no puede explicarlo con palabras, Oro prefiere dibujarlo. O lo intenta, dice.
Lo intenta tanto que de las más de 700 obras que ha realizado en los últimos 15 años, alrededor de 500 están dedicadas a Las Terrenas y sus alrededores.


EXPOSICIÓN
Hirsh aprovechó tan prolífica producción y presentó en Santo Domingo su primera individual en el país, “Recuerdos de un Paraíso terrenal”, un homenaje a la tierra que lo acogió y que le da vida a sus pinceles.
Impresiones dominicanas, collages de colores vivos, palmeras, playas, paisajes abstractos y definidos, pescadores, chicas en la playa y poses atrevidas de amantes nocturnos engalanaron el lobby del hotel El Embajador el pasado mes de noviembre. A Oro lo de atrevido le gusta, porque, dice, le parece una palabra positiva para el arte y para la vida en general.
Sus pinturas son tan auténticas que firma cada serie con un nombre diferente, un nombre que refleja el ánimo que tiene cuando las realiza. Aunque prefiere pintar óleo sobre tela, Oro también disfruta el acrílico, mezclar materiales y esculpir en madera y barro.
“Las pinturas elegidas para esta exposición (28 cuadros), son algunos de mis recuerdos de ese paraíso terrenal y esta exposición es mi manera de decir gracias. Creo que existen muchos paraísos terrenales en este mundo, y creo que cada persona tiene que buscar y conseguir su Paraíso Terrenal individual. Puede ser interno o externo, junto con otras personas o solo, lo que importa es que sea fascinante y feliz”.

AGUA SABROSA
Para mejorar la vida y el futuro de los niños de Agua Sabrosa, al norte de Samaná, Oro creó en el 2008 la Fundación Marlee- Jo, el nombre de una mujer que le inspiró en trabajo y benevolencia mientras vivió en Estados Unidos.
En la comunidad de Agua Sabrosa, alrededor de 46 niños entre los 2 y 14 años y muy pobres se benefician de actividades artísticas, alfabetización, natación, teatro, matemáticas y juegos. Para recaudar fondos, Oro destina el 50% de la venta de sus cuadros a la Fundación. Una de las muchas preocupaciones de Oro es que la mayoría de los niños no sabe leer ni escribir y él, que todavía no domina a la perfección el español, no puede enseñarlos como quisiera. Por tratarse de una labor voluntaria, todo tipo de colaboración o ayuda, desde visitas a los niños hasta horas de servicio, será oportuna y bien recibida en ofirhirsh@gmail.com

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Publicado en Ventana
Listín Diario 26/12/09

23/12/09

RD entre montañas

¿Qué ve el viajero de a pie cuando se interna en las montañas dominicanas?

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Hay quienes viajan no interesados en el destino que visitan sino atraídos por los paisajes que se observan desde el lugar al que arriban, un lugar que, muchas veces, se encuentra a cientos de kilómetros del punto que pisan. Eso ocurre con los paisajes intramontanos. No es mucho lo que se ve cuando se alcanzan las cimas del pico Duarte o la loma Quita Espuela, pero los panoramas que van dejando atrás mientras las alcanzamos mueven a turistas de todas partes.
Muchos de los paisajes de República Dominicana se pueden disfrutar desde diferentes puntos, sólo hay que tomar una mochila, un mapa, trazar la ruta y echar a andar.
Algunas paradas para comenzar:

16/12/09

Sebastián (Novela de una chica ilusa. Cap. 6)

¡Qué brutaaaaaa!

Ocurrió hace dos meses. Luego de echarle gasolina a Sebastián en la bomba (…), Yalo baja el freno de emergencia e intenta mover la palanca de Stop a la D y la palanca no se mueve. Yalo lo intenta con más fuerza y nada. Vuelve y sube y baja el freno de emergencia y lo intenta de nuevo. Nada. Si la palanca no se mueve no podrá arrancar.
Le hace señas al chico de la bomba, que se asoma por la ventanilla, chequea la maniobra que ella hace, mira por todos lados el tablero del vehículo y comprueba que efectivamente la palanca no se mueve.
“Soy una analfabeta automovilística, no sé qué le pasa”, le dice humildemente la Yalo. El responde “bueno, yo tampoco sé mucho de eso”, y se vuelve para atender a alguien del otro lado.
No había nadie detrás de ella pero a Yalo la impaciencia y el miedo de hacer el ridículo le dio con echarse a reír. Una risa nerviosa, tonta. Intentó hacerle más fuerza a la palanca. No se movía. Blandengue hasta rayar la vergüenza, recordó aquellas prácticas de Tae Kwon Do que abandonó precisamente dizque porque le daba “pena” golpear a su oponente. Las necesitaba ahora. Nada.
Dos años y pico de amores con Sebastián y nunca le había ocurrido algo así. No eso.
Lo intenta de nuevo. Nada. Piensa, Yalo: ¿qué haces cuando debes viajar de madrugada y en la noche o cinco horas antes de salir no encuentras el pasaporte?, ¿dónde buscas ese libro que sabes que no has prestado y no lo encuentras ni en el baño, ni en el patio, ¡en ninguna parte!?, ¿cómo y dónde encontrabas los paquitos después de gritarle a todo el mundo en la casa que no toquen tus cosas? Piensa.
Después de llorar y patalear siempre encuentras lo que buscas. ¿Cómo lo haces? Entonces Yalo respiró profundo, cerró los ojos unos segundos y pensó (sí, así como Pinky Dinky Doo) qué hubiese hecho si le quedaran segundos para actuar (a lo MacGyver). Abrió los ojos y se rió.
Llamó al chico de la bomba (¿por qué lo habrá llamado, por qué extender tan vergonzosa racha?) y le dijo:
- Olvídalo, ya está. Mira, es que el vehículo estaba apagado.

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Relacionados
Mi colección de “Duartes” (Novela de una chica ilusa. Cap. 1)
¡Qué vergüenza! (Novela de una chica ilusa. Cap. 2)
El palacio de Borgellá (Novela de una chica ilusa. Cap. 3)
La chica estrallón (Novela de una chica ilusa. Cap. 4)

Playas dominicanas

UN RESORT ARENERO DE 600 KILÓMETROS. ESO FORMAN A LO LARGO DE LAS COSTAS DOMINICANAS LAS MÁS DE 80 PLAYAS HABILITADAS PARA EL TURISMO

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Yaniris López
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Para los gustos, los colores y las formas. Con ese propósito parecen estar formadas las playas dominicanas. ¿Una bendición de la naturaleza? Sin dudas. A lo largo de los 300 kilómetros que conectan las costas de Pedernales y San Cristóbal, el viajero cuenta con cuatro tipos muy diferentes de playas para disfrutar, tan sólo tomando en cuenta el color y la textura de las arenas: la paradisíaca playa de Bahía de las Águilas, de finas y blancas calizas; las pedregosas de Los Patos y Paraíso, en Barahona; las oscuras arenas de Salinas, en Baní, y los dorados granos de playa Palenque, en San Cristóbal. El azul claro de las playas de la costa este da paso al azul intenso de Cabo Francés, y Samaná las tiene entre acantilados, entre mogotes y descubiertas.
En todos lados aparecen playas que complacen, incluso, el ánimo del visitante: ruidosas, tranquilas, de suaves pendientes, con olas salvajes, sin una sola palmera, repletas de cocoteros, citadinas, populares o vírgenes. Las hay para elegir.



PARAÍSOS “ENCONTRADOS”. Hay quienes prefieren el ruido sincronizado y silencioso de los lugares alejados. Para esos, Bahía de las Águilas, en Pedernales; Cossón y Rincón, en Samaná, y la playa de El Morro, en Montecristi, les brindarán verdaderos momentos de relajación y deseada soledad. Las playas de la costa Esmeralda, en Miches (al norte de El Seibo), son poco visitadas aún, e ideales para gritar, hacer piruetas acrobáticas y pasear en vehículos 4 x 4. A lo largo del malecón de Puerto Plata es posible encontrar pequeños espacios que parecen huirle al sonido de los vehículos que pasan cerquita de la avenida principal. De las playas “resort”, Punta Cana, Bávaro, Río San Juan y un poco Bayahíbe conservan un aire menos acelerado que algunos destinos de la costa norte y otros cercanos a Santo Domingo que brillan por su algarabía.


POPULARES. No todos son partidarios de la naturaleza quieta. Si le gusta la compañía, hablar con cientos de personas y compartir sombrillas, el bullicio de Boca Chica, en Santo Domingo Este, el movimiento eterno de Cabarete y Sosúa en Puerto Plata, Guayacanes en San Pedro de Macorís y los ajetreados domingos en las playas de Najayo y Palenque, en San Cristóbal, le dejarán más que satisfecho. Menos concurridas pero siempre visitadas son las playas de Las Terrenas y Las Galeras, en Samaná, y Juan Dolio en San Pedro de Macorís.

PELIGROSAS. Para algunos, visitar playa Caribe, en la costa sureste, entre Boca Chica y Juan Dolio, es un doloroso placer. Ésta y las playas Paraíso y Los Patos, en Barahona, comparten el privilegio de poseer las olas más rebeldes de las playas dominicanas. Sobre una tabla o un “kite”, las olas de Cabarete son fáciles de domar, aunque no siempre están tan calmadas. Una playa que combina velocidad y quietud es Palenque, en San Cristóbal: quieto en un lado, salvaje en el otro. ¿El extremo contrario? La piscina natural de Palmilla, en la ruta hacia la isla Saona.


DE FÁCIL ACCESO. Las playas de Villeya, en Azua; Paraíso y Los Patos en Barahona, Salinas en Baní y Long Beach, en Puerto Plata, tienen algo en común: su fácil acceso desde la carretera. Cerquita también de la vía quedan las playas Gringo y la Poza de Bojolo, próximo al centro de la ciudad de Nagua, con su arenas amarillas. Si visita Cabarete o Sosúa tampoco sufrirá ubicando las playas, pues están separadas de la carretera por tramos de bares, hoteles y edificios y restaurantes que son, también, visita obligada.

PARA ACAMPAR: Playa Rincón (Samaná), playa Limón (Miches) y Punta Rucia (Puerto Plata). En el año 2007 las autoridades prohibieron acampar en Bahía de las Águilas.

PARA VER EL FONDO DEL MAR: En buceo deportivo o snorkell, Cayo Arena, entre Montecristi y Puerto Plata; La Caleta en Santo Domingo Este, Los Cacaos y El Portillo en Samaná, la bahía de Ocoa y las terrazas de la isla Saona siguen siendo los lugares favoritos de novatos y experimentados.


PARA HACER ESCALADA: Los acantilados de playa Rincón y Cabo Francés.

TRANQUILAS Y CERCA DE CIUDADES: playa Grande, en Río San Juan; Matancitas en Nagua.

POR DESCUBRIR ¿Le interesa romper los esquemas de popularidad, huirle a la rutina y dedicarse a descubrir las playas turísticas menos conocidas del país? Algunas recomendaciones: la playa de Mosquea, frente a la laguna de Oviedo, en Pedernales; playa Guanábana, al sureste de la provincia La Altagracia, entre la bahía de Yuma y playa Juanillo; playa de La Vacama, próximo a la laguna de Nisibón, en la misma provincia; las playas ubicadas al norte de la provincia Espaillat, en las costas de Gaspar Hernández y playa Estero Balsa, en el extremo oeste de Montecristi. Pese al auge del turismo en la zona, playa Grande, en Río San Juan, es muy tranquila e ideal para pasear. Disfrútelas antes de que todos decidan hacer lo mismo y dejen de ser verdaderos paraísos reservados para unos cuantos privilegiados.

10/12/09

Hoy se celebra "La noche larga de los museos"

Esta será una noche larga. “La noche larga de los museos”. Pero la fiesta comienza temprano. De 9:00 de la mañana hasta las 12:00 de la medianoche los dominicanos podrán disfrutar de todo su patrimonio cultural asistiendo gratis a los principales museos del país en la segunda edición de un proyecto que busca fomentar desde el Estado el interés ciudadano por las propuestas culturales.
Institucionalizada por la Secretaría de Cultura con motivo de celebrarse cada 10 de diciembre el Día Nacional del Patrimonio, la apertura oficial de La noche larga de los museos está pautada para las 6:00 p.m. en el Museo Alcázar de Don Diego Colón, en la Zona Colonial. En la capital, habrá actividades simultáneas en los museos de la Ciudad Colonial y de la Plaza de la Cultura, así como en la Quinta Dominica y Casa de Teatro. En el interior habrá actividades en el Centro León de Santiago y en la Fortaleza Colonial de San Felipe, en Puerto Plata.
Como parte de los atractivos, el cantautor Víctor Víctor se presentará en el Museo de las Casa Reales y los restaurantes Pate Palo y De Ángelo tendrán un 20 por ciento de descuento.
Personajes, conciertos, degustaciones, música, congos, perico ripiao, jazz, un coro de 100 voces que cantarán villancicos de Navidad y la iluminación especial de algunas fachadas de monumentos forman parte del repertorio que la Dirección Nacional de Museos ha preparado para la ocasión.