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30/11/09
¡Vi un jurón!
Hoy pediré momentáneamente perdón a los ambientalistas y ecologistas, a los redactores de los textos oficiales y a los periodistas (que repetimos lo que ellos dicen), porque siempre les echo en cara que escriban o digan cosas como: “Tal lugar posee una rica biodiversidad, es el hogar de miles de especies nativas… en él abundan… son comunes…”.
Y tú vas al sitio y nunca ves eso que dicen. No ves los nidos de las tortugas carey en Bahía de las Aguilas o Saona, no ves el selenodonte en el pico Nalga de Maco o en Los Haitises, ni los cocodrilos en el lago Enriquillo, ni los puercos cimarrones que “abundan” en la cordillera Central y que suelen “atacar” a los montañistas (eso es para que no nos separemos del grupo), ni al barrancolí en la sierra de Bahoruco…
¿Que muchos están en extinción? Es verdad. Pero igual. Te pintan miles de escenarios y cosas que no ves cuando llegas, ni siquiera buscándolos a propósito. A veces, si hay suerte, puede que notes algún movimiento raro.
Pues qué creen.
Hace unas semanas vi un jurón (hurón, en realidad) jugueteando por los humedales de Las Malvinas (Santo Domingo Norte, río Isabela). Nunca había visto uno. Parece un gato, con los ojitos chiquitos y la cola gorda y peluda.
Me dijo el presidente de la junta de vecinos de Las Malvinas, Heriberto Trinidad, que qué le hice al jurón, que se quedó quieto por varios minutos, posando para la Yalo, porque, asegura, es un animal que apenas se deja ver, y cuando sale a la luz se embala corriendo por cualquier bullita.
¿Será por eso que nunca lo vemos, ni a él ni a los demás animales, y la Yalo habla sin saber, descricajando a los pobres exploradores que se matan ubicando especies para que ella venga a decir, ligeramente, que va a los sitios y no los ve?
Etiquetas:
Biodiversidad,
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Villa Mella,
Yalo
27/11/09
Andrés Neuman en La Cafetera
Ella tomó el sobre con expresión solemne. Lo escondió entre la falda y la camisa, suspiró y se arrojó en brazos de Hans, que apenas tuvo tiempo de reaccionar para evitar que ella cayera de bruces. Lisa se dio por abrazada, lo besó en la comisura de los labios y anunció:
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Andrés Neuman
El viajero del siglo, pág. 524
Premio Alfaguara de Novela 2009
26/11/09
La cementera no va
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) consideró hoy que los riesgos de instalar una cementera en Gonzalo, Monte Plata, supera los beneficios y las oportunidades del proyecto y por lo tanto determinó que su instalación no es viable ni pertinente.
Valerie Juliand, coordinadora residente del Sistema de la ONU, y el equipo técnico que participó en la investigación ofrecieron esta mañana los resultados del estudio más esperado del año.
De paso descricajaron los estudios que habían realizado las autoridades medioambientales dominicanas al considerar que "el estudio de impacto ambiental debió incluir análisis esenciales e imprescindible, como lo relativo al impacto sobre la salud humana y sobre el patrimonio cultural, y todos los posibles impactos ambientales debieron ser identificados y evaluados”.
Enhorabuena...
Enlace relacionado:
Pasa igual con Los Haitises
Valerie Juliand, coordinadora residente del Sistema de la ONU, y el equipo técnico que participó en la investigación ofrecieron esta mañana los resultados del estudio más esperado del año.
De paso descricajaron los estudios que habían realizado las autoridades medioambientales dominicanas al considerar que "el estudio de impacto ambiental debió incluir análisis esenciales e imprescindible, como lo relativo al impacto sobre la salud humana y sobre el patrimonio cultural, y todos los posibles impactos ambientales debieron ser identificados y evaluados”.
Enhorabuena...
Enlace relacionado:
Pasa igual con Los Haitises
21/11/09
15/11/09
Gulo
"Gulo sólo piensa en comer", dice su madrastra, Yolanda. Por eso le dicen Gulo. ¿Ven la cara triste que tiene? No está guapo. Bueno, sí, pero no es lo que piensan. Sólo está en su estado permanente de querer comer. Por lo demás, le gusta jugar descalzo y encuero frente a su casita en Las Malvinas. "Si le dices toma, Gulo, se levantará enseguida", sigue la madrastra. A Yalo le pasó por la mente que, con cuatro años, Gulo debía ser más grande. Y le pareció, también, que necesitaba con urgencia un desparasitante. Ayer, para ver si era verdad lo que su madrastra decía -y porque Gulo no quería hablarle-, Yalo compartió con él su almuerzo de ese día y ¡era verdad! La cara de Gulo se transformó y hasta sonrió. Se comió con un gusto envidiable y con todo y huesos su pedazo de pechuga y le llevó a Yolanda el locrio vacío y la ensalada rusa. Dios, pensó la Yalo, cómo le gustaría, algún día, comerse así los vegetales. Como ya eran amiguitos, la madrastra le contó a Yalo que a Gulo le gusta tanto comer que varias veces lo sorprendió comiendo yerba en su antigua casa, en Baní. Yolanda como que medio notó que Yalo no le creía y señaló una matita de la empalizá.
- Ah, mira, ¿ves esa mata, ves como nada más tiene dos o tres cojollitos? El se los come, no la deja crecer, cuando tan saliendo se los come toditos.
Como Yalo no podía permitir que insultaran a un amiguito suyo así, le dijo a Yolanda
- Es que la mata es de manzana de oro, ¿ves? Todos los que hemos crecido cerca de una mata de manzana de oro nos comíamos las hojas, porque saben a la misma manzana.
Ella no se lo creyó, pensó la Yalo. Pero era verdad…
- Ah, mira, ¿ves esa mata, ves como nada más tiene dos o tres cojollitos? El se los come, no la deja crecer, cuando tan saliendo se los come toditos.
Como Yalo no podía permitir que insultaran a un amiguito suyo así, le dijo a Yolanda
- Es que la mata es de manzana de oro, ¿ves? Todos los que hemos crecido cerca de una mata de manzana de oro nos comíamos las hojas, porque saben a la misma manzana.
Ella no se lo creyó, pensó la Yalo. Pero era verdad…
13/11/09
Un hombre y un café...
La entrada a las caballerizas de un antiguo palacio en el número 253 de la calle El Conde, en el corazón de la Zona Colonial, ha sido desde 1929 refugio de bohemios, artistas plásticos, hombres de letras y futuros personajes importantes de la sociedad dominicana. Es el local de La Cafetera, el café más antiguo de la ciudad, el mismo lugar al que llega todos los días don Roque Félix a disfrutar de aromas y sabores que no cambian, eso asegura, con el paso de los años. Y créalo si él lo dice: hace ya 57 años que no falta a esta cita diaria.
Yaniris López
Para Tuaventura.org
La Cafetera tiene apariencia de un largo callejón. En su parte delantera, en forma de bar, no caben dos coches colocados horizontalmente. En el año 1929, la familia Paliza convirtió el pequeño local en el café más visitado de La Zona, como también le llaman a la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Otra familia, la Franco, lo administra desde 1949.
Dicen que el edificio donde está empotrado el café formaba parte de un palacio colonial y que en sus altos vivió un cuñado del mismísimo Napoléon Bonaparte.
Además de café recién molido, jugos y emparedados, en La Cafetera se venden libros, bebidas alcohólicas, tarjetas telefónicas y alguno que otro cuadro que de vez en cuando lleva un pintor amigo “para que lo ayuden”. Es, también, centro informal de tertulias sobre temas de actualidad, política y literatura.
Aquí llegó en 1950 un joven procedente de La Romana, al este del país, que se dedicó a la fabricación de ropa. Tanto le gustó el lugar a Roque Félix que hoy, a sus 80 y tantos (se niega a dar el último dígito), no ha dejado de visitarlo todos los días. Eso, todos los días. Llueva, truene o ventee. Ni enfermo, ni en días de huelga, ni en tiempos de guerra. Si La Cafetera abre, como cada día a las 7:30 de la mañana, puede contar con su presencia dos veces al día: mañana y tarde. Ha sido así por 57 años.
Don Roque
Risueño, conversador, saludable pese a la edad y fumador, don Roque es una biblioteca andante que guarda en su memoria, hasta ahora infalible, cada detalle de la historia reciente dominicana. Su mayor orgullo es haber visto pasar por La Cafetera a muchos personajes cuya sola mención llenaría de envidia a políticos, escritores y artistas.
“Todos venían”, responde a los tertulianos que se dan cita en La Cafetera sólo para oírlo hablar. A cada pregunta don Roque se acerca la mano a la oreja para que le repitan “la idea”. Achaques de la edad. Luego le toma a una el antebrazo y habla, habla, habla... De cuando el café costaba cinco cheles. De cuando el agua se bebía de la pluma y gratis porque no existía eso de botellitas ni se vendía. De cuando llegaron muchos españoles huyéndole a la Guerra Civil. De cuando los hermanos y un cuñado del dictador Leónidas Trujillo pasaban por allá a beber café. De cuando murió el dictador en 1961...
Cuenta que en La Cafetera se sufrió el triste desenlace de uno de sus clientes ilustres, el escritor español Jesús Galíndez; y explica con detalles, para deleite del interlocutor, por qué Galíndez le caía mal a Trujillo y las posibles causas de su desaparición.
Una excelente “hoja de servicios”
Entre café y café, don Roque le hizo diez “chacabanas” (camisas) a Fulgencio Batista, “cuando salió corriendo de Cuba y se refugió aquí”, en 1959. Colaboró para Óscar de la Renta, “con su marca, claro. Óscar tenía una tienda en la calle Pasteur a principio de los años 70 pero no prosperó. Se le adelantó al tiempo. No había auge. Ahora sí le está yendo bien”.
Conoció a Jacques Chirac antes de ser presidente de Francia y al coronel cubano Eleuterio Pedraza. Tomó café con los ex presidentes Juan Bosch y Jacobo Majluta y conoció muchos otros personajes que hoy figuran, por diferentes motivos, en las enciclopedias dominicanas.
Don Roque es el fundador de los famosos partidos de ajedrez de la peatonal calle El Conde. En cualquier banco, frente a las tiendas de ropa, en los restaurantes, no es extraño toparse con dos concentrados jugadores frente a un destartalado juego de ajedrez. ¿Quiere ver el juego, retar, esperar y jugar? Puede hacerlo, se aceptan curiosos y desconocidos.
Para dar por acabada la tertulia, dice don Roque -casado y con 5 hijos- que no le pregunten si algún día dejará de ir a La Cafetera, que puede no ser la más elegante del área, “pero sí donde hacen los mejores sandwichs”.
“No, qué va”, responde si alguien insiste. Son 57 años de tomar el mejor café de La Zona, el que ya ni le cobran; de sentarse con sus eternos breteles en la barra del estrecho y oscuro bar, donde le tratan “mejor que en casa y las mujeres lo enamoran”, a rememorar mejores y peores tiempos.
No, qué va. “Qué pregunta tan tonta”, pensará don Roque...
P.D. Un hombre y un café... se publicó en marzo de 2007, por lo que ya suman 59 y pico los años que lleva don Roque visitando La Cafetera
Yaniris López
Para Tuaventura.org
La Cafetera tiene apariencia de un largo callejón. En su parte delantera, en forma de bar, no caben dos coches colocados horizontalmente. En el año 1929, la familia Paliza convirtió el pequeño local en el café más visitado de La Zona, como también le llaman a la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Otra familia, la Franco, lo administra desde 1949.
Dicen que el edificio donde está empotrado el café formaba parte de un palacio colonial y que en sus altos vivió un cuñado del mismísimo Napoléon Bonaparte.
Además de café recién molido, jugos y emparedados, en La Cafetera se venden libros, bebidas alcohólicas, tarjetas telefónicas y alguno que otro cuadro que de vez en cuando lleva un pintor amigo “para que lo ayuden”. Es, también, centro informal de tertulias sobre temas de actualidad, política y literatura.
Aquí llegó en 1950 un joven procedente de La Romana, al este del país, que se dedicó a la fabricación de ropa. Tanto le gustó el lugar a Roque Félix que hoy, a sus 80 y tantos (se niega a dar el último dígito), no ha dejado de visitarlo todos los días. Eso, todos los días. Llueva, truene o ventee. Ni enfermo, ni en días de huelga, ni en tiempos de guerra. Si La Cafetera abre, como cada día a las 7:30 de la mañana, puede contar con su presencia dos veces al día: mañana y tarde. Ha sido así por 57 años.
Don Roque
Risueño, conversador, saludable pese a la edad y fumador, don Roque es una biblioteca andante que guarda en su memoria, hasta ahora infalible, cada detalle de la historia reciente dominicana. Su mayor orgullo es haber visto pasar por La Cafetera a muchos personajes cuya sola mención llenaría de envidia a políticos, escritores y artistas.
“Todos venían”, responde a los tertulianos que se dan cita en La Cafetera sólo para oírlo hablar. A cada pregunta don Roque se acerca la mano a la oreja para que le repitan “la idea”. Achaques de la edad. Luego le toma a una el antebrazo y habla, habla, habla... De cuando el café costaba cinco cheles. De cuando el agua se bebía de la pluma y gratis porque no existía eso de botellitas ni se vendía. De cuando llegaron muchos españoles huyéndole a la Guerra Civil. De cuando los hermanos y un cuñado del dictador Leónidas Trujillo pasaban por allá a beber café. De cuando murió el dictador en 1961...
Cuenta que en La Cafetera se sufrió el triste desenlace de uno de sus clientes ilustres, el escritor español Jesús Galíndez; y explica con detalles, para deleite del interlocutor, por qué Galíndez le caía mal a Trujillo y las posibles causas de su desaparición.
Una excelente “hoja de servicios”
Entre café y café, don Roque le hizo diez “chacabanas” (camisas) a Fulgencio Batista, “cuando salió corriendo de Cuba y se refugió aquí”, en 1959. Colaboró para Óscar de la Renta, “con su marca, claro. Óscar tenía una tienda en la calle Pasteur a principio de los años 70 pero no prosperó. Se le adelantó al tiempo. No había auge. Ahora sí le está yendo bien”.
Conoció a Jacques Chirac antes de ser presidente de Francia y al coronel cubano Eleuterio Pedraza. Tomó café con los ex presidentes Juan Bosch y Jacobo Majluta y conoció muchos otros personajes que hoy figuran, por diferentes motivos, en las enciclopedias dominicanas.
Don Roque es el fundador de los famosos partidos de ajedrez de la peatonal calle El Conde. En cualquier banco, frente a las tiendas de ropa, en los restaurantes, no es extraño toparse con dos concentrados jugadores frente a un destartalado juego de ajedrez. ¿Quiere ver el juego, retar, esperar y jugar? Puede hacerlo, se aceptan curiosos y desconocidos.
Para dar por acabada la tertulia, dice don Roque -casado y con 5 hijos- que no le pregunten si algún día dejará de ir a La Cafetera, que puede no ser la más elegante del área, “pero sí donde hacen los mejores sandwichs”.
“No, qué va”, responde si alguien insiste. Son 57 años de tomar el mejor café de La Zona, el que ya ni le cobran; de sentarse con sus eternos breteles en la barra del estrecho y oscuro bar, donde le tratan “mejor que en casa y las mujeres lo enamoran”, a rememorar mejores y peores tiempos.
No, qué va. “Qué pregunta tan tonta”, pensará don Roque...
P.D. Un hombre y un café... se publicó en marzo de 2007, por lo que ya suman 59 y pico los años que lleva don Roque visitando La Cafetera
9/11/09
Arte social en La Vuelta de la Paloma
UN HERMOSO PROYECTO LLAMADO "PARADA EFÍMERA DE LA ESPERANZA"
Yaniris López
San José de Ocoa.- Desde arriba, la vista del centro del municipio cabecera de la provincia rodeado de verdes es el paisaje más fotografiado de San José de Ocoa. La zona donde los fotógrafos afincan los pies se llama La Vuelta de la Paloma y, aunque se encuentra a unos 4 kilómetros de la ciudad, el estilo de vida de sus moradores no es tan bonito como las pinturas que desde hace siete años adornan sus casas y alegran la vista de los que entran y salen de San José de Ocoa.
Los visitantes paran para observar las pintorescas estampas, tomar fotos y conversar con los niños que se apiñan en los salientes de las casas y sonríen a las cámaras.
El lugar nunca ha contado con servicios de agua ni energía eléctrica, los pisos de las viviendas son de tierra y, sin embargo, hombres, mujeres y niños siguen confiando en las promesas que les hacen las autoridades y los políticos en tiempos de campaña. Afables, hospitalarios, esperan que de un momento a otro se acerquen para decirles que ahora sí serán tomados en cuenta.
Mientras llega la buena noticia, reciben diariamente a decenas de curiosos que preguntan quién o quiénes les pintan las casitas, por qué las pintan y por qué dejan que las pinten.
Parada de esperanza
Todo empezó en el año 2002. La Fundación Ecológica de Ocoa (FUNDECO), que preside el doctor Ricardo Velázquez, visitó la zona conocida como La Vuelta de la Paloma con un propósito muy diferente al artístico: pretendía que se llevaran presas a las personas que cortaban árboles en la zona para hacer carbón. Al ver la pobreza de las familias que habitaban el lugar, decidieron en cambio llamar la atención de las autoridades y los ciudadanos pintando las casitas con temas pictóricos alusivos a la provincia: sus recursos naturales y sus propuestas culturales.
Con el tiempo los artes fueron borrados y Odonnell Casado, colaborador y promotor del proyecto desde sus inicios, nos cuenta que reaccionó indignado y le sugirió a Velázquez que buscaran patrocinio para pintarlas de nuevo e invitar a artistas ocoeños para que voluntariamente prestaran su arte y se unieran a esta forma pacífica de protesta en contra de la extrema pobreza en que viven los moradores de La Vuelta de la Paloma.
“El doctor se animó y buscamos un patrocinio inicial de 6 mil pesos, y luego los aportes llegaron solos, pues mucha gente se identificó con la idea”, dice Casado. El proyecto se llama “Parada Efímera de la Esperanza” y desde hace unos meses muchas de las casitas de La Vuelta de la Paloma atraen con nuevas pinturas a locales y extranjeros.
De pintarlas se encargan Ricardo Velázquez, Odonnell Casado, Juan Ernesto Guerrero, Luis Báez (hijo), Yanker Soto, Nelson Manuel Soto y otros voluntarios.
“Las casitas tienen un diseño diferente, pero todas tienen pintadas por dentro, en sus puertas, la bandera dominicana. Cada vez que se levantan en la mañana y abren sus puertas es como si estuvieran izando la bandera dominicana hacia las diferentes fronteras del mundo, pues nos visitan personas de todas partes que se hacen fotos aquí y las llevan a su país”, explica Casado.
El equipo del programa televisivo internacional Despierta, América; la Miss Mundo Dominicana 2009, Ana Rita Contreras, y el pintor, escultor y escritor Alberto Ulloa figuran entre los últimos visitantes.
Ana Rita llevó al concurso de Miss Mundo 2009 (a celebrarse en diciembre en Johannesburgo, Africa) una réplica de las casitas y Ulloa donó al proyecto la obra “Tiempo de Nacer”, inspirada en La Vuelta de La Paloma y valorada en 100 mil pesos.
Turismo
Para aprovechar el auge turístico que está teniendo el proyecto, FUNDECO y sus promotores han decidido aprovechar la ubicación de La Vuelta de la Paloma para convertirla en una pequeña parada ecoturística y en un espacio apropiado donde los artesanos locales vendan sus productos.
Parte de las artesanías disponibles son elaboradas por mujeres de la comunidad El Pinar, que en lo adelante también forma parte de “Parada Efímera de la Esperanza”.
El objetivo principal sigue siendo mejorar la calidad de vida de los habitantes de estas comunidades de aproximadamente 30 viviendas.
Como dice Casado, “es una protesta diferente para llamar la atención y que a La Vuelta de la Paloma le resuelvan su necesidades de agua y energía eléctrica. A unos 300 metros hay energía eléctrica, cosa que resulta chocante. Ellos deberían también tenerla si están tan cerca”.
Los diseños
Ricardo Velázquez (ideólogo del proyecto), Odonnell Casado y Juan Ernesto Guerrero realizan los atractivos diseños que lucen las casitas de La Vuelta de la Paloma. Fieles al patrimonio provincial, las pinturas incluyen paisajes verdes, jardines, la glorieta del parque y la iglesia del pueblo, palomas en vuelo y las coloridas cayenas que aún abundan en los campos dominicanos.
Los fundadores del proyecto social esperan que éste sirva para incentivar el turismo en el resto de la provincia.
“Contamos con una zona privilegiada de recursos naturales que pocos conocen y queremos incentivar a las personas para que nos visiten como destino ecoturístico y conozcan nuestros paisajes de exquisita belleza y un pueblo rodeado de montañas con gente noble, trabajadora y progresista”, invita Odonell Casado, colaborador de “Parada Efímera de la Esperanza”.
Publicado en Ventana, Listín Diario
Sábado 07/11/09
Yaniris López
San José de Ocoa.- Desde arriba, la vista del centro del municipio cabecera de la provincia rodeado de verdes es el paisaje más fotografiado de San José de Ocoa. La zona donde los fotógrafos afincan los pies se llama La Vuelta de la Paloma y, aunque se encuentra a unos 4 kilómetros de la ciudad, el estilo de vida de sus moradores no es tan bonito como las pinturas que desde hace siete años adornan sus casas y alegran la vista de los que entran y salen de San José de Ocoa.
Los visitantes paran para observar las pintorescas estampas, tomar fotos y conversar con los niños que se apiñan en los salientes de las casas y sonríen a las cámaras.
El lugar nunca ha contado con servicios de agua ni energía eléctrica, los pisos de las viviendas son de tierra y, sin embargo, hombres, mujeres y niños siguen confiando en las promesas que les hacen las autoridades y los políticos en tiempos de campaña. Afables, hospitalarios, esperan que de un momento a otro se acerquen para decirles que ahora sí serán tomados en cuenta.
Mientras llega la buena noticia, reciben diariamente a decenas de curiosos que preguntan quién o quiénes les pintan las casitas, por qué las pintan y por qué dejan que las pinten.
Parada de esperanza
Todo empezó en el año 2002. La Fundación Ecológica de Ocoa (FUNDECO), que preside el doctor Ricardo Velázquez, visitó la zona conocida como La Vuelta de la Paloma con un propósito muy diferente al artístico: pretendía que se llevaran presas a las personas que cortaban árboles en la zona para hacer carbón. Al ver la pobreza de las familias que habitaban el lugar, decidieron en cambio llamar la atención de las autoridades y los ciudadanos pintando las casitas con temas pictóricos alusivos a la provincia: sus recursos naturales y sus propuestas culturales.
Con el tiempo los artes fueron borrados y Odonnell Casado, colaborador y promotor del proyecto desde sus inicios, nos cuenta que reaccionó indignado y le sugirió a Velázquez que buscaran patrocinio para pintarlas de nuevo e invitar a artistas ocoeños para que voluntariamente prestaran su arte y se unieran a esta forma pacífica de protesta en contra de la extrema pobreza en que viven los moradores de La Vuelta de la Paloma.
“El doctor se animó y buscamos un patrocinio inicial de 6 mil pesos, y luego los aportes llegaron solos, pues mucha gente se identificó con la idea”, dice Casado. El proyecto se llama “Parada Efímera de la Esperanza” y desde hace unos meses muchas de las casitas de La Vuelta de la Paloma atraen con nuevas pinturas a locales y extranjeros.
De pintarlas se encargan Ricardo Velázquez, Odonnell Casado, Juan Ernesto Guerrero, Luis Báez (hijo), Yanker Soto, Nelson Manuel Soto y otros voluntarios.
“Las casitas tienen un diseño diferente, pero todas tienen pintadas por dentro, en sus puertas, la bandera dominicana. Cada vez que se levantan en la mañana y abren sus puertas es como si estuvieran izando la bandera dominicana hacia las diferentes fronteras del mundo, pues nos visitan personas de todas partes que se hacen fotos aquí y las llevan a su país”, explica Casado.
El equipo del programa televisivo internacional Despierta, América; la Miss Mundo Dominicana 2009, Ana Rita Contreras, y el pintor, escultor y escritor Alberto Ulloa figuran entre los últimos visitantes.
Ana Rita llevó al concurso de Miss Mundo 2009 (a celebrarse en diciembre en Johannesburgo, Africa) una réplica de las casitas y Ulloa donó al proyecto la obra “Tiempo de Nacer”, inspirada en La Vuelta de La Paloma y valorada en 100 mil pesos.
Turismo
Para aprovechar el auge turístico que está teniendo el proyecto, FUNDECO y sus promotores han decidido aprovechar la ubicación de La Vuelta de la Paloma para convertirla en una pequeña parada ecoturística y en un espacio apropiado donde los artesanos locales vendan sus productos.
Parte de las artesanías disponibles son elaboradas por mujeres de la comunidad El Pinar, que en lo adelante también forma parte de “Parada Efímera de la Esperanza”.
El objetivo principal sigue siendo mejorar la calidad de vida de los habitantes de estas comunidades de aproximadamente 30 viviendas.
Como dice Casado, “es una protesta diferente para llamar la atención y que a La Vuelta de la Paloma le resuelvan su necesidades de agua y energía eléctrica. A unos 300 metros hay energía eléctrica, cosa que resulta chocante. Ellos deberían también tenerla si están tan cerca”.
Los diseños
Ricardo Velázquez (ideólogo del proyecto), Odonnell Casado y Juan Ernesto Guerrero realizan los atractivos diseños que lucen las casitas de La Vuelta de la Paloma. Fieles al patrimonio provincial, las pinturas incluyen paisajes verdes, jardines, la glorieta del parque y la iglesia del pueblo, palomas en vuelo y las coloridas cayenas que aún abundan en los campos dominicanos.
Los fundadores del proyecto social esperan que éste sirva para incentivar el turismo en el resto de la provincia.
“Contamos con una zona privilegiada de recursos naturales que pocos conocen y queremos incentivar a las personas para que nos visiten como destino ecoturístico y conozcan nuestros paisajes de exquisita belleza y un pueblo rodeado de montañas con gente noble, trabajadora y progresista”, invita Odonell Casado, colaborador de “Parada Efímera de la Esperanza”.
Publicado en Ventana, Listín Diario
Sábado 07/11/09
Aceptaron a Samaná en el club de las bahías más bellas
Las bahías de Samaná y Rincón fueron aceptadas en el Club de las Bahías Más Bellas del Mundo.
La información fue dada a conocer el pasado sábado 7 durante una reunión del comité directivo del club en la ciudad de Santander, España.
El Club de las Bahías Más Bellas del Mundo, creado en 1997, con sede en Francia y apadrinado por la UNESCO, procura la preservación, valorización y promoción de las riquezas naturales, culturales y económicas que poseen las bahías.
Treinta 30 bahías de 20 países son oficialmente miembros, entre ellas la bahía de San Francisco (Estados Unidos), la bahía de Ha Long (Vietnam), la bahía des Chaleurs (Quebec – Canadá), el Golfo de Morbihan y la bahía del Mont Saint-Michel (Francia), la bahía de Santander (España) y la bahía de Bodrum (Turquía).
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Relacionado: ¿Logrará Samaná entrar al Club de las Bahías más bellas del Mundo?
La información fue dada a conocer el pasado sábado 7 durante una reunión del comité directivo del club en la ciudad de Santander, España.
El Club de las Bahías Más Bellas del Mundo, creado en 1997, con sede en Francia y apadrinado por la UNESCO, procura la preservación, valorización y promoción de las riquezas naturales, culturales y económicas que poseen las bahías.
Treinta 30 bahías de 20 países son oficialmente miembros, entre ellas la bahía de San Francisco (Estados Unidos), la bahía de Ha Long (Vietnam), la bahía des Chaleurs (Quebec – Canadá), el Golfo de Morbihan y la bahía del Mont Saint-Michel (Francia), la bahía de Santander (España) y la bahía de Bodrum (Turquía).
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Relacionado: ¿Logrará Samaná entrar al Club de las Bahías más bellas del Mundo?
2/11/09
Hoyo de Sanabe (Monumento al ego 18)
Premio Nacional de Periodismo Turístico Epifanio Lantigua 2009 (Fotografía).
De visita por Hoyo de Sanabe
En la guácara de Hernando Alonzo
Otros Monumentos al ego:
Presagios
Parada 77
Mi colección de "Duartes"
P.D. La foto fue tomada entre las 3:30 y 4:00 de la tarde -más o menos- del sábado 27 de junio (2009), al final de la galería subterránea. Se trata de un lugar de difícil acceso ubicado en la loma Peñón de la Sabana (provincia Sánchez Ramírez). Pocos llegan al final del oscuro túnel lleno de murcielaguina. A lo mejor por eso la foto vale un chin. Y.
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