Buscar en el blog

Mostrando entradas con la etiqueta Hoyo de Sanabe. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Hoyo de Sanabe. Mostrar todas las entradas

2/1/17

Diez años ya… (Monumento al ego 27)

Yalo en La Cortina, Jarabacoa.
Cómo pasa el tiempo. Con las prisas de fin de año olvidé contarles que el mes pasado Ningún lugar está lejos… en RD cumplió 10 años de andanza virtual. Diez años ya siendo el refugio receptor de esos lugares muy o poco conocidos de República Dominicana donde nos perdemos de vez en cuando.
La complicidad que inició el 5 de diciembre de 2006, con la crónica de un viaje subestimado al pico Duarte, se resume en 677 entradas publicadas y 2,451 comentarios compartidos.
Según Blogger, las entradas más populares han sido La casa de Tarzán (Barahona, con 25,724 visitas), De qué están hechas las gomitas (con 25,131) y Juan Dolio sin gente (San Pedro de Macorís, con 23,858). La entrada más comentada ha sido ¡Vi un jurón! (48), ¿la recuerdan?
El blog se dio a conocer en 2008 gracias a Remo (Remolacha.net), que enlazó la nota sobre el nacimiento de tortugas carey en la playa de Güibia.  Ya pasamos por mucho el millón de visitas (algo genial, porque nunca tuvimos grandes pretensiones).

¿Qué decirles que no sepan? Que el amor por la monteadera comenzó hace mucho, entre 1982 y 1983, cuando en el Hogar Escuela La Milagrosa de Moca (monjas, internado) nos llevaron a conocer el Monte de Oración, en San Víctor (Espaillat), y luego la playa Cofresí (Puerto Plata). Y que recuerdo todas las sensaciones que experimenté entonces al ver la naturaleza en su estado puro, y que si no fuera porque apenas comenzaba a aprender a leer y escribir, las habría dejado plasmadas en algún lugar.
Y que las vivencias nunca han parado, porque a partir de 1984, en las Aldeas SOS, la buena conducta y las buenas calificaciones eran premiadas con viajes ecoturísticos y culturales. Y como Yalo siempre se portó bien y sacaba muy buenas notas (ejem), le tocó conocer prácticamente toda la isla siendo muy chica. Sí, toda la isla. De hecho, la primera montaña que escalé, a mano pelá, fue el monte La Ferrière (La Citadelle, Cabo Haitiano, Haití).


Los veranos nos íbamos de campamento (Monción, Jarabacoa, Constanza, Hainamosa cuando era monte…). Conocimos el lago Enriquillo cuando los cocodrilos salían a tomar el sol y se nos permitía acercarnos un poquito, para luego salir corriendo ante el menor movimiento. Nos tocó dormir a orillas de La Confluencia (Jimenoa y Jaque del Norte) cuando eran ríos de verdad, y ‘marotear’ guayabas y naranjas en verdaderos bosques. Cocinamos a orillas de Masipedro; nos tiramos de cascadas que no recordamos el nombre.
Cuánto sol acumulado en la piel… Cuánto lodo en los caminos de Benedicto (La Romana). Cuántas patadas de caballo recibidas por querer ser ‘simpática’. Cuántas caídas en cuevas y orillas de ríos…
¿Y por qué un blog? Antes de 2006 creamos la página ViveDominicana para publicar fotos y crónicas viajeras, pero, por asuntos de manejo, decidimos que era más fácil un blog. Nunca pusimos la página en línea y dejamos perder el dominio.

Pero no nos arrepentimos. Escribir y compartir fotos por aquí es lo máximo. De vez en cuando, incluso, me gusta el blog. En esas ocasiones pienso que, si no lo administrara yo, sentiría mucha envidia de la persona que lo hace (doble monumento al ego, ¡jaaaaaa!).
Dice un amigo muy querido, también bloguero, que “las redes sociales han matado los blogs”. En cierta forma es verdad. Ya no existe ese anillo palaciego de amigos lectores que comentaba por placer y, aunque la gente sigue entrando y las visitas siguen creciendo, no es lo mismo. Se nos cuestiona la poca presencia en las redes, el poco interés en la parte comercial, el poco afán en promovernos como figuras, como marca.
Poca gente entiende que a los monteros de verdad solo les interesa el monte, la naturaleza… Y que si una decide compartir muchas cosas es porque nos da apuros que se queden guardadas por ahí, sin que otros las disfruten. Na, como le dije a mi amigo: sigamos alimentando eso que nos hace felices, aunque solo nos leamos nosotros. Gracias a los que siguen ahí… 

17/3/10

En el Parque Nacional Aniana Vargas

EN SUS 21 CUEVAS SE HAN REPORTADO 435 PETROGLIFOS Y 711 PINTURAS PREHISPÁNICAS, POR LO QUE ESTÁ CONSIDERADO COMO LA GRAN GALERÍA DE ARTE RUPESTRE DE LA ISLA DE SANTO DOMINGO

(C)Yalo

Cotuí, Sánchez Ramírez.- El paisaje y las aguas del lago artificial más grande del país, ríos, aves endémicas y migratorias, caminos cobijados de hojas, sabanas de yerba verde y oscuras guácaras repletas de murciélagos y arte rupestre esperan al viajero que encontrará mucho que hacer en los 118.6 kilómetros cuadrados del recién creado Parque Nacional Aniana Vargas.
La instauración de la zona en área protegida fue durante décadas un sueño para los habitantes de la provincia Sánchez Ramírez, que pedían a las autoridades ayudarlos a preservar un área que, en su conjunto, está considerada como el gran templo del arte taíno de la isla.

Más allá de la superficie terrestre
El decreto 571-09 que creó el Parque Nacional Aniana Vargas en octubre de 2009 lo ubica al pie de la Sierra de Yamasá y los linderos meridionales de la gran llanura del Valle del Cibao Oriental. “Sin duda se ha creado uno de los más interesantes parques nacionales del Caribe, donde ya se han documentado 21 cuevas y abrigos que contienen nada menos que 435 petroglifos y 711 pinturas prehispánicas.
Igualmente engloba todo el embalse de Hatillo, los bosques de sus riberas y toda la cobertura forestal de los montes de Sierra Prieta, Comedero, Hernando Alonso y Caballero”, escribió el arqueólogo y especialista en arte rupestre Adolfo López Belando en su trabajo “Arte rupestre en el Parque Nacional Aniana Vargas”. Los estudios de Belando en la provincia y los esfuerzos de la Sociedad Ecológica de Fantino (SEF) contribuyeron a que la zona fuera finalmente convertida en área protegida.

El lago y la presa de Hatillo
En el extremo oeste de Sánchez Ramírez todo gira en torno al lago de Hatillo. Compartido por los municipios de Cotuí y La Mata, es el lago artificial más grande del país. Sus 30 kilómetros lo convierten en el mayor reservorio de agua dulce del Caribe y pese a las amenazas de contaminación de sus aguas sigue siendo uno de los balnearios más visitados. Estos días, debido a la sequía y al uso del agua para regar los campos de arroz que llenan el paisaje, luce con poca agua. La presa fue construida entre 1977 y 1984 seis kilómetros al suroeste de Cotuí para embalsar las aguas del río Yuna. Su embalse tiene un volumen de agua de 710 millones de metros cúbicos y el muro del dique mide 1,800 metros.

El ferry
El paseo por las aguas del lago de Hatillo, con música y bebidas a bordo, lo ofrece desde hace años un único ferry de dos niveles administrado por Raúl Fernández, su creador. En el 2009, Raúl cruzó a nado la presa de Hatillo junto a un grupo de amigos en reclamo de que fueran arregladas todas las calles y vías de acceso a la provincia. El reto se llamó “Gran desafío por la esperanza”.

Las guácaras
Forman en su conjunto el sistema de cuevas más importante del país no sólo debido a su abundancia y originales formas laberínticas, sino porque conservan la mayor concentración de arte rupestre de la isla. Las encontramos en las comunidades de Sierra Prieta, Comedero, Caballero y Hernando Alonso, todas ubicadas al oeste de la provincia.
Al entrar en las cuevas, la mirada se distribuye entre las rocas talladas por la naturaleza, jeroglíficos, laberintos esculpidos que según muchos arqueológicos hacen referencia al calendario de lluvias taíno, petroglifos y cientos de pinturas que ilustran el modo de vida de los primeros habitantes de la isla, así como animales y otros detalles difíciles de identificar.
En la del Hoyo de Sanabe, ubicada en la loma Peñón de la Sabana, al noroeste del lago de Hatillo, se han registrado alrededor de 300 pinturas en sus murales. La cueva fue descubierta a finales de los años 70 por el investigador Pagán Perdomo. Bordear el lago de Hatillo, subir la loma y luego bajar hasta la ciudad subterránea para recorrer sus casi 200 metros de largo es un placentero reto ecoturístico.

Las de Sierra Prieta son de fácil acceso, pues muchas de las entradas se encuentran a ras del suelo formando paredes de piedra. Y en una de las guácaras de Hernando Alonso, el atractivo principal es la “escultura” de una virgen a la que, encontrar, es toda una aventura. Es indispensable el uso de focos en las cuevas.

SOBRE EL PARQUE NACIONAL
El nombre del parque nacional, cuya biodiversidad se desarrolla dentro del ecosistema de bosque tropical húmedo, honra la memoria de Aniana Ondina Vargas Jáquez, luchadora antitrujillista y defensora de los derechos campesinos y del medio ambiente fallecida en el año 2002.
En la zona faltan todavía infraestructuras que acojan a los visitantes (un servicio que por el momento ofrece el centro de recreo ecoturístico Natura Bass) y más vigilancia en las cuevas. En el punto donde se toma el ferry, funcionan una cafetería y un restaurante.

2/11/09

Hoyo de Sanabe (Monumento al ego 18)



Premio Nacional de Periodismo Turístico Epifanio Lantigua 2009 (Fotografía).
De visita por Hoyo de Sanabe
En la guácara de Hernando Alonzo

Otros Monumentos al ego:
Presagios
Parada 77
Mi colección de "Duartes"

P.D. La foto fue tomada entre las 3:30 y 4:00 de la tarde -más o menos- del sábado 27 de junio (2009), al final de la galería subterránea. Se trata de un lugar de difícil acceso ubicado en la loma Peñón de la Sabana (provincia Sánchez Ramírez). Pocos llegan al final del oscuro túnel lleno de murcielaguina. A lo mejor por eso la foto vale un chin. Y.

21/7/09

El último viaje

Casi nadie repara en ellos ni les toma cariño (los botan y ya), pero los tenis son, de alguna forma, los grandes y verdaderos compañeros de viaje. Si incomodan, si quedan un poco estrechos o un poco grandes, el viaje no sirve. Hay que estar en paz con ellos para que todo “marche bien”. Estos, que no costaron 300 pesos y que Yalo se los compró a un amigo “para ayudarlo”, resultaron ser los más fuertes y leales del mundo. Testigo fiel de legendarios viajes alrededor del país, murieron el último sábado del pasado mes de junio. ¿Cuántos viajes se tiraron aguantando a la Yalo? Muchos. El más largo y dramático fueron los 22 kilómetros de subida al pico Duarte en el año 2006. Y luego llegaron más. Yalo recuerda que los guías siempre le decían: “Perdóneme, pero yo creo que debe buscarse otros tenis para subir esta… u otra… loma”. Y ella les contestaba: “No se preocupe, aunque usted los vea así, ellos han subido el Pico”. Pero los pobrecitos no aguantaron los 2 kilómetros y pico de lomas que hay que recorrer para llegar al Hoyo de Sanabe, en lo alto de la loma Peñón de la Sabana. Se deslenguaron, se les fue la suela y, de vuelta, se hundieron en un lodazal donde la Yalo cayó y del cual sólo pudo salir con la ayuda de Mayi y Timo. RIP

6/7/09

De visita por Hoyo de Sanabe


Entrada a la cueva. Nada espectacular, pero una vez dentro...
La guácara más importante del Cibao no está ubicada en un islote en medio del Lago de Hatillo, como se cree, sino en una loma que lo bordea

-----
Yaniris López 
La Mata, Sánchez Ramírez
-----

El Hoyo de Sanabe está considerado el gran templo de las expresiones taínas del país y junto con las demás guácaras del distrito municipal Hernando Alonso, las de Sierra Prieta, Comedero Arriba y Caballero, ubicadas al oeste de la provincia Sánchez Ramírez, forma parte del sistema de cuevas más importante de República Dominicana.
Aunque la ruta más empleada para llegar a Hoyo de Sanabe desde Santo Domingo es la que se hace saliendo de Maimón (provincia Monseñor Nouel) hasta la comunidad de Hatillo, en Cotuí, para desde ahí tomar un bote, cruzar el lago y luego caminar un buen trecho hasta la caverna, la ruta Fantino-Hernando Alonso es ideal para los que deseen vivir una aventura ecoturística completa.
Porque el Hoyo de Sanabe, nos explicó el coordinador de la Sociedad Ecológica de Fantino (SEF), Vinicio Santos, no está ubicada en un islote en medio del lago de Hatillo, como muchos creen y se ha escrito, sino en una loma situada al sureste de Hernando Alonzo, que bordea el extremo oeste del lago y que se le conoce como Peñón de la Sabana. 

Desde Hernando Alonso, la aventura incluye un recorrido a pie por la orilla del lago y aproximadamente dos kilómetros de caminata entre tupidos bosques y algunas sabanas de verdes pajones. La vista del lago de Hatillo desde lo alto compensa cualquier contratiempo, y la llegada a la guácara augura largas horas de exploración y contacto con la herencia taína dignas de conservar en la memoria.
En general, la guácara parece una gran ciudad subterránea con impresionantes espeleotemas, formaciones trabajadas por el hombre, laberintos y recámaras con desniveles que, pensamos, les servían de habitaciones a los taínos.


Los grandes protagonistas, lo que todos quieren ver, sin embargo, son los murales repletos de pictografías taínas y petroglifos en los que es fácil distinguir caritas, caretas, animales, figuras antropomorfas, brujas y situaciones relacionadas con la vida indígena (juegos, caza, ritos…).

¿Area protegida?
La preocupación por conservar el Hoyo de Sanabe (más fotos) y todas las guácaras ubicadas al oeste de la provincia Sánchez Ramírez (Comedero, Caballero, Sierra Prieta y Hernando Alonso), que en conjunto conforman la mayor representación de arte taíno del país, ha sido tema de debate en los últimos años.
En el 2006, el coordinador del Espeleogrupo de Santo Domingo, Domingo Abreu Collado, denunció el saqueo de piezas indígenas y el uso de lámparas de queroseno en el interior del hoyo de Sanabe.
El pasado fin de semana, una parte del suelo de la guácara reportada a finales de los años 70 por los investigadores Manuel García Arévalo y Dato Pagán Perdomo presentaba signos recientes de que le había sido extraída murcielaguina, estiércol producido por los murciélagos muy buscado como abono.

Vinicio Santos, coordinador de la Sociedad Ecológica de Fantino, asegura que estas prácticas vandalísticas han mermado pero que urge que las autoridades de Medio Ambiente y Turismo los apoyen y conviertan la zona de las guácaras en área protegida, pues sólo de esta forma se logrará mantener control y vigilancia permanente en los alrededores.
El saqueo ha disminuido pero viene gente sin conciencia, sobre todo estudiantes y maestros sin conciencia. En el último campamento se llevaron pinturas y dañaron pinturas y petroglifos”, dijo Santos a LISTÍN DIARIO.
La SEF, que funciona desde el año 1990, es actualmente de las pocas instituciones –tal vez la única- que vigila el entorno de las cuevas y promueve iniciativas de reforestación y visitas ecológicas a los atractivos de la zona.
El investigador Adolfo López ha sido uno de los investigadores locales que más ha trabajado con la SEF en la conservación de las guácaras de esta provincia.

Del viaje:
-- Para bajar y luego subir tuvimos que usar las lianas de unas matas (parecían mangles) ubicadas en la entrada de la cueva.
-- Usamos antorchas y focos para poder caminar entre los oscuros laberintos.
-- Algunas pictografías llaman mucho la atención, entre ellas la del perro mudo y una que muestra un acto sexual.
-- Vimos tortugas, mariposas, aves raras...
-- A las 3:50 de la tarde, justo al llegar al final de la cueva (los chicos nos dijeron que hacía poco la pared rocosa se había desprendido), la luz del sol se filtró por el hueco y nos regaló esta hermosa estampa que le mereció a la Yalo el Premio Nacional de Prensa Turística 2009 en la categoría de Fotografía.


La pictografía realizada arriba del ave parece un ovni.



Cavidades y espeleotemas.



-----
Publicado en Listín Diario el 03-07-09
Editado el 21 de abril 2016
-----
P.D.: Gracias por la invitación, Timo.

14/9/07

Cotuí


Es cierto, la provincia dice poco en cuanto a turismo se refiere porque el turismo en la zona no ha sido explotado ni promocionado como sus habitantes quisieran. De Cotuí, la capital, nos llegan ecos de que es el lugar "donde canta la guinea" y de que sus tierras son adecuadas para la agricultura.
Pero hagamos un esfuerzo y averigüemos qué les gusta a los visitantes de la tierra que rinde honor al héroe de La Reconquista, Juan Sánchez Ramírez, ubicada a casi 120 kilómetros al norte de Santo Domingo.

La Presa de Hatillo y "las guácaras"
Es el lago artificial más grande del país y uno de los más grandes de las Antillas, con más de 40 kilómetros cuadrados. En el lugar se organizan torneos de pesca deportiva y se observan miles de patos migratorios que llegan desde Canadá a pasar el invierno.
En esta zona se encuentran las famosas "guácaras taínas", tabernas indígenas de gran importancia arqueológica e históricas. La del Hoyo de Sanabe está ubicada en la montaña Peñón de la Sabana, en el extremo oeste del lago.

Riqueza cultural
- Las fiestas de atabales en honor a San Miguel, el Espíritu Santo y la Virgen de La Altagracia atraen visitantes durante las fiestas patronales y otras épocas del año, especialmente entre mayo y junio.
- Los papeluses y platanuses, personajes principales de las fiestas de carnaval de Cotuí, siguen siendo de los más atractivos y originales de la región. Las caretas son elaboradas con higüero y los trajes con papel y hojas de plátano secas.
- La capital de la provincia, Cotuí, se ha ganado el reconocimiento por sus permanentes actividades culturales a partir de los años 70. José Rincón Mora es su mayor exponente pictórico.

Ecoturismo
- Las sierras de Yamasá y Pietra atraviesan la provincia de noroeste a sureste. El punto de mayor altura, La Navisa, tiene 680 metros, adecuado para la práctica de montañismo y senderismo.
- Los paisajes de la comunidad de Fantino, al noroeste de Cotuí, en el valle de la Vega Real, con sus verdes arrozales y plantaciones de cacao, cítricos y café, nos brindarían excelentes fotografías.
- Los balnearios del río Yuna, que atraviesa la provincia a lo largo de 15 kilómetros y es el segundo más caudaloso del país, son también una refrescante opción.

Foto: La presa de Hatillo en Inagotable.com