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28/6/16
Paisaje de Santa Bárbara
¿Ven su silueta? Eligió para descansar, o tal vez para aliviar la modorra provocada por el sol de las 3:00 de la tarde, el tronco de un mango que carga en su follaje alto una futura copiosa parición.
De espaldas al mar de Monet para que el resplandor del sol, insistentemente reflejado en puntitos y rayitas blancas que parecen cortar la superficie, no le ciegue o maltrate su sueño. Oyendo a los turistas y a los pescadores pasar. Percibiendo el suave vaivén de las corrientes marinas y el golpe casi imperceptible del agua al chocar con la pared clara del malecón. Ajeno a todo. Sintiendo la vida pasar. Feliz, tal vez. Sin saber que arruina, con su figura sobre la mata, el paisaje perfecto del muelle de Samaná.
27/6/16
¿Calor? ¡No en Comate!
El balneario de agua dulce más visitado del este dominicano, en Monte Plata, es una opción refrescante para paliar el calor sofocante del verano
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Yaniris López
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Tres kilómetros al este del centro de Bayaguana, el río Comate se ensancha y, desde una amplia plataforma de piedra que sobresale algunos metros y 'rompe’ su cauce, deja caer sus aguas en forma de cascada. Las enormes piedras dividen el río en dos embalses. En ese punto exacto del curso medio del afluente que nace en la loma Sierra de Agua se forma el balneario de agua dulce más popular y visitado de la provincia Monte Plata y del este dominicano.
Un rico chapuzón
A una hora de Santo Domingo, de fácil acceso y abierto todos los días, Comate es una opción refrescante para paliar el calor sofocante del verano. Entre 700 y 800 personas se dan cita en sus aguas los fines de semana. Pero si bañarse entre el molote de gente no le atrae, puede visitar el balneario cualquier otro día de la semana y lo tendrá prácticamente para usted y unos cuantos, especialmente en horas de la mañana.
Por la comida no se preocupe. Tiene la opción de llevarla o probar alguno de los platos elaborados en los comedores y frituras ubicados a un costado de la entrada.
Muy demandados son el pescado frito, la jaiba y los testículos de toro que prepara doña Francia Severino, la única que abre todos los días.
¿Qué debe tomar en cuenta? La administración del balneario es privada. La entrada cuesta 25 pesos. Las puertas de acceso abren de 8:00 de la mañana a 6:00 de la tarde. Las sogas sobre el río indican que ese punto está hondo y que le conviene agarrarse a ella si no sabe nadar. Está prohibido bañarse en calzoncillos (la administración le alquila uno si lo necesita). Hay personal salvavidas y vigilancia permanente. En el bar/rotonda sirven bebidas alcohólicas: tómelo en cuenta a la hora de bañarse en el río.
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De interés:
--Comate es uno de los muchos balnearios ubicados en el municipio Bayaguana de la provincia Monte Plata. El río nace en la loma Sierra de Agua, al centro (norte) del municipio y al sur del Parque Nacional Los Haitises. Es afluente del río Yabacao.
--El balneario recibe cientos de visitantes los sábados y domingos. El resto de la semana, sobre todo en las mañanas, el embalse está prácticamente vacío, idóneo para nadar y saltar sin muchos cuerpos alrededor.
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Yaniris López
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Tres kilómetros al este del centro de Bayaguana, el río Comate se ensancha y, desde una amplia plataforma de piedra que sobresale algunos metros y 'rompe’ su cauce, deja caer sus aguas en forma de cascada. Las enormes piedras dividen el río en dos embalses. En ese punto exacto del curso medio del afluente que nace en la loma Sierra de Agua se forma el balneario de agua dulce más popular y visitado de la provincia Monte Plata y del este dominicano.
Un rico chapuzón
A una hora de Santo Domingo, de fácil acceso y abierto todos los días, Comate es una opción refrescante para paliar el calor sofocante del verano. Entre 700 y 800 personas se dan cita en sus aguas los fines de semana. Pero si bañarse entre el molote de gente no le atrae, puede visitar el balneario cualquier otro día de la semana y lo tendrá prácticamente para usted y unos cuantos, especialmente en horas de la mañana.
Por la comida no se preocupe. Tiene la opción de llevarla o probar alguno de los platos elaborados en los comedores y frituras ubicados a un costado de la entrada.
Muy demandados son el pescado frito, la jaiba y los testículos de toro que prepara doña Francia Severino, la única que abre todos los días.
¿Qué debe tomar en cuenta? La administración del balneario es privada. La entrada cuesta 25 pesos. Las puertas de acceso abren de 8:00 de la mañana a 6:00 de la tarde. Las sogas sobre el río indican que ese punto está hondo y que le conviene agarrarse a ella si no sabe nadar. Está prohibido bañarse en calzoncillos (la administración le alquila uno si lo necesita). Hay personal salvavidas y vigilancia permanente. En el bar/rotonda sirven bebidas alcohólicas: tómelo en cuenta a la hora de bañarse en el río.
Esa soga que cruza de extremo a extremo el río le indica que ese punto está hondo y que le conviene agarrarse a ella si no sabe nadar. |
De interés:
--Comate es uno de los muchos balnearios ubicados en el municipio Bayaguana de la provincia Monte Plata. El río nace en la loma Sierra de Agua, al centro (norte) del municipio y al sur del Parque Nacional Los Haitises. Es afluente del río Yabacao.
--El balneario recibe cientos de visitantes los sábados y domingos. El resto de la semana, sobre todo en las mañanas, el embalse está prácticamente vacío, idóneo para nadar y saltar sin muchos cuerpos alrededor.
El primer embalse del balneario, antes de la caída de agua, está destinado a nadadores experimentados. |
20/6/16
14/6/16
José Perdomo, 50 años dedicado a la pintura
El pintor dominicano celebra cinco décadas en las artes plásticas con la exposición “Por los caminos de la madre naturaleza”.
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Yaniris López
Santo Domingo
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Nació en 1946 en Santo Domingo y para finales de los 50 ya sabía que quería ser pintor. Decidirse fue fácil: desde muy pequeño, José Perdomo se dio cuenta que la pasión que sentía por la pintura y el dibujo y el talento para crear obras pictóricas les venían de nacimiento.
Dice que le dieron muchos fuetazos por llenar todos los cuadernos escolares con dibujos; que cobraba un centavo a los compañeros de escuela por hacerles las ilustraciones de Naturales y Geografía, y que siendo muy pequeño solía rellenar con color –y sin permiso- los dibujos en blanco y negro de su mamá, entonces estudiante de pintura.
A los 15 inició su formación en la Escuela Nacional de Bellas Artes y en los talleres de Paul Giudicelli y Gilberto Hernández Ortega. Su primera gran paga, a los 16, se la debe a los bodegones y desnudos que hiciera para un comerciante puertorriqueño que vivía en Santo Domingo y viajaba mucho a Santiago.
“Él me dijo 'Vamos a hacer un negocio: te voy a traer tela y óleo, te voy a dar algo de dinero y tú me pintas esos bodegones’. Esa fue la primera vez que cogí dinero por hacer pintura”, comenta.
Convencido del talento de Perdomo, este señor le ofreció ayuda para que estudiara y trabajara en Estados Unidos. Se marchó ya iniciada la Revolución de Abril y regresaría en 1966 para su primera individual en el Palacio Nacional de Bellas Artes. Un gran escenario para iniciar la carrera. De vuelta al país norteamericano estudió con los maestros Luis Camnitzer y Robert Motherwell.
Luego vivió varios años en Perú (donde aprovechó para estudiar sobre las Líneas de Nazca, Machu Picchu y el arte peruano) y en Brasil. A República Dominicana regresaría para quedarse en 1983. A partir de este año, el contenido plano y sin fondo de sus cuadros, la singularidad de sus trazos y los colores fuertes de sus figuras humanas le aseguraron un espacio en la plástica dominicana.
José Perdomo lleva más allá del lienzo su admiración por la biodiversidad. Por muchos años se ha dedicado al cultivo de bonsáis y en el patio de su casa crecen decenas de plantas, incluyendo especies propias de bosques muy húmedos.
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Yaniris López
Santo Domingo
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Nació en 1946 en Santo Domingo y para finales de los 50 ya sabía que quería ser pintor. Decidirse fue fácil: desde muy pequeño, José Perdomo se dio cuenta que la pasión que sentía por la pintura y el dibujo y el talento para crear obras pictóricas les venían de nacimiento.
Dice que le dieron muchos fuetazos por llenar todos los cuadernos escolares con dibujos; que cobraba un centavo a los compañeros de escuela por hacerles las ilustraciones de Naturales y Geografía, y que siendo muy pequeño solía rellenar con color –y sin permiso- los dibujos en blanco y negro de su mamá, entonces estudiante de pintura.
A los 15 inició su formación en la Escuela Nacional de Bellas Artes y en los talleres de Paul Giudicelli y Gilberto Hernández Ortega. Su primera gran paga, a los 16, se la debe a los bodegones y desnudos que hiciera para un comerciante puertorriqueño que vivía en Santo Domingo y viajaba mucho a Santiago.
“Él me dijo 'Vamos a hacer un negocio: te voy a traer tela y óleo, te voy a dar algo de dinero y tú me pintas esos bodegones’. Esa fue la primera vez que cogí dinero por hacer pintura”, comenta.
Convencido del talento de Perdomo, este señor le ofreció ayuda para que estudiara y trabajara en Estados Unidos. Se marchó ya iniciada la Revolución de Abril y regresaría en 1966 para su primera individual en el Palacio Nacional de Bellas Artes. Un gran escenario para iniciar la carrera. De vuelta al país norteamericano estudió con los maestros Luis Camnitzer y Robert Motherwell.
Luego vivió varios años en Perú (donde aprovechó para estudiar sobre las Líneas de Nazca, Machu Picchu y el arte peruano) y en Brasil. A República Dominicana regresaría para quedarse en 1983. A partir de este año, el contenido plano y sin fondo de sus cuadros, la singularidad de sus trazos y los colores fuertes de sus figuras humanas le aseguraron un espacio en la plástica dominicana.
José Perdomo lleva más allá del lienzo su admiración por la biodiversidad. Por muchos años se ha dedicado al cultivo de bonsáis y en el patio de su casa crecen decenas de plantas, incluyendo especies propias de bosques muy húmedos.
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