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30/3/10
Pequeño campeón (¿pensaba que se iba a ahogar?)
En ese mar inmenso de 10 centímetros de profundidad, aguas claras y piedras gruesas, él chapoteaba y chapoteaba. Nadaba a diestra y siniestra. El pueblo me necesita. Esa gente del otro lado me necesita. El mundo me necesita. Luchaba y luchaba. Sacaba fuerzas de donde no había, de donde no tenía. Por la gloria eterna. ¡Adelante, pequeño campeón! No importa que en estas aguas de Nigua se haya bañado Trujillo. El Señor ya reprendió tanta maldad. Estas piscinas naturales son ahora del pueblo y tú te puedes bañar aquí. ¡Adelante, pequeño guerrero! ¡A por la recompensa! ¡No te ahogues! ¡Nada por tu vida! ¡No desmayes! ¡Hasta la victoria siempre!
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4 comentarios:
si, un buen regalo el niño poner a volar sus sueños donde pocos niños nunca pudieron dejar volar su imaginación... ahora está disfrutando un lugar especial...
Sangre o muerte!!!!
La verdad no sé por cual razón no escribes más.. Me fascina tu estilo y la forma en que cuentas las cosas.
Cada vez que leo algo tuyo le digo al que me queda al lado, en voz alta para que se enteren él y todos, esa es la mejor amiga de mi hermana, estudiaron juntas en la uni, es como hija de mi mamá y cualquier otra cosa que les deje saber lo orgullosa que me hace sentir ser amiga de alguien que escribe tan bien.
Uy, Mari, hasta me ruboricé. Es muy fácil querer a una familia como la tuya.
Abrazos,
Y.
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