A Timo
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¿Flor de la caoba? ¿Rosa de Bayahíbe? Muchos crecimos creyendo que la verdadera flor nacional era la cayena, especialmente dos: la roja “Sangre de Cristo”, de cinco pétalos simples, y la roja de doble pétalos.
Los que crecimos en el campo y ahora vivimos en la ciudad vemos una cayena y disimulamos la nostalgia que provoca recordarlas alegrando los setos de las casas. Preciosas cercas vivas, estaban por todos lados, tan cerquita que eran las primeras ramas a las que las abuelas echaban mano cada vez que tocaba dar pelas. Con las hojas y los pétalos hacíamos aceite para que las muñecas cocinaran, y los "pitillos" de la flor sin abrir los usábamos como cigarrillos.
Menos que antes, todavía se las puede ver por ahí. De todas formas y colores. Y no importa cuán vieja sea la mata, pare flores todos los días. Un buen ejemplo son las que crecen a lo largo de la canaleta central de la autopista Duarte, entre La Vega y Santiago. Rosadas, blancas y rojas. Deben tener muchísimos años allí. Es una delicia verlas siempre del mismo tamaño, retando el tiempo, aprovechando el vaivén del viento para saludar a los viajeros que, siempre ocupados para estas cosas, no tienen tiempo para bajar del vehículo a disfrutar de sus delicados colores.
6 comentarios:
Wow, me recorde de los tiempos de esos cigarillos de flores, que lokura!
"Sangre de Cristo"
Excelente, me hiciste recordar, los tiempos en los que volaba chichigua, en el campo cuando iba de vacaciones de semana santa donde mi abuela....
K lindo yo me acuerdo la cojia dique era cigarillo:-)
La mayoria son comibles yo lo hacia.
Ahh que nostalgia con aquellos cigarrillos.
Suerte que las veo en los montes!
Saluditos.
Avic
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