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28/1/13

“Flotando”, de Tony Capellán…

Tony Capellán y la pieza "Jardín del Edén".
…o cómo convertir en arte los desechos que el mar vomita

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Yaniris López
Santo Domingo /LD
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Cuando el Centro Cultural de España (CCE) anunció que el artista plástico dominicano Tony Capellán presentaría en este lugar su última exposición con objetos encontrados en las playas de la ciudad, tendencia que ha marcado su trabajo en los últimos años, muchos se preguntaron qué haría Capellán en esta ocasión para sorprender al público como siempre lo hace, si la imaginación no lo defraudaría en su intento por convertir la basura en arte.
Y resulta que él también se lo preguntó, confiesa a LISTÍN DIARIO.
No basta con imaginarse y observar qué objetos encontró y cómo ensambló, con ellos, las magistrales piezas que se exhiben en el CCE hasta el 10 de marzo.
Hace falta meterse en su cabeza e invitarlo a hablar para entender por qué lo seducen tanto los desechos que el mar vomita. 

Ah, es que no se trata de objetos cualesquiera, no se trata de la basura que la gente desecha, dice Capellán.
“Hay una diferencia entre la basura que recoge el camión de la calle y esta basura. Esta no fue una basura que la gente puso en una bolsa en la calle para que se la llevara el camión, no. Estos son objetos que las aguas que inundan la ciudad, al crecer, se llevaron de las casas. Las aguas entraron y se llevaron los zapatos, los juegos de los niños, los cargadores, los biberones.

"Jardín del Edén"
Cuando la ciudad se inunda, y las cañadas se van juntando, va llegando a los desaguaderos que llevan al Ozama y después a la playa”. Son objetos, además, con historia.
La muestra se llama "Flotando" y es la concretización de una exposición al aire libre que Capellán tenía pautada realizar en 2012.
“Jardín del Edén”, “Rodar y rodar”, “Las primeras rutas”, “El fruto prohibido”, “Nuevo follaje”, “Cadena”, “Úteros” y “América” son algunos de los nombres de las 10 instalaciones que se muestran al público desde el pasado viernes.
La pieza “Rodar y rodar”, hecha básicamente con pelotas y cepillos de dientes, es un homenaje a los que viven en el Malecón. “Que son un ‘tro’ de gente -dice Capellán-. Y lo único que tienen muchas veces encima, como utilidad personal, es su cepillo de dientes”.
América es la única pieza que no está hecha con materiales recogidos en el mar Caribe, si no en la playa Ramírez de Montevideo (Uruguay), en la desembocadura del río de la Plata.
“Es la única vez en toda mi carrera donde yo pruebo, con materiales de otro país, construir la misma historia de las aguas”.
Capellán asegura que es una pieza muy simbólica porque está ligada a la historia de Montevideo, ciudad de Joaquín Torres García, uno de los artistas más relevantes del arte latinoamericano, y a las coincidencias que tienen Santo Domingo y esta ciudad suramericana.
“Joaquín Torres García, artífice del siglo XX, fue un pionero que introdujo las corrientes europeas en Uruguay, autor de la obra ‘América invertida’, un dibujo que es un emblema, un símbolo de reclamo del sur de que siempre es el más pobre, el más olvidado, el más lejos”.

"El fruto prohibido"
Un ‘buzo’
Tony Capellán tuvo un 2012 difícil. Aún tiene pendiente resolver un problema relacionado con el inmueble donde tiene su taller, en Ciudad Nueva, pero asegura que todo marcha.
“Flotando” es, según explica el pintor e instalador, una manera de rendir homenaje a su persistencia en el trabajo “pese a las dificultades de la vida y al apoyo recibido por cantidad de gente que me lo dio sin conocerme, incluso a través de las redes sociales”.
Su relación con los desechos comenzó en la década del 90, cuando, sostiene, surgió la gran revolución del arte contemporáneo dominicano.
“Lo digo así para ponerlo un poco rimbombante porque realmente fue una revolución silenciosa lo que pasó con la llegada de la instalación al arte dominicano, como género asumido como medio de profesión constante por los artistas, porque ya Silvano Lora, Susy Pellerano... habían hecho instalaciones esporádicas”
Capellán empezó a realizar instalaciones con ropa y objetos que usa la gente cotidianamente, pero pronto descubrió que esos objetos se iban a través del agua y le pareció más elocuente contar esa historia. “En los primeros trabajos iba al Mercado Nuevo y compraba las camisitas, etcétera, pero con esto no tengo que hacer más que ir a la orilla y ahí llega la historia”.
Sin embargo, como todo trabajo que depende en parte de otros Capellán confiesa que la recogida de basura tiene sus temporadas. Esta, por ejemplo, es temporada baja.
“Ahora han limpiado todas las playas porque están llegando los cruceros. No quieren que la gente de los cruceros vea la playa llena de plásticos, por lo tanto no encuentras un plástico en la playa.
"Cadena", pieza hecha con cajas de fósforos y monedas.
Pero enseguida se vayan los cruceros, en marzo, y comiencen las aguas de mayo, las playas vuelven a llenarse otra vez de desechos”.
El artista recoge junto con la basura las emociones y las historias de personas que posiblemente nunca se enterarán de que sus pertenencias terminaron formando parte de una pieza de arte.
En temporada seca, explica Capellán, la gente se confía y optimista vuelve a construir sus casitas en los márgenes de las cañadas y de los ríos, se descuida y cuando llegan las lluvias el agua se mete en las casas y se lleva sus cosas.
Por eso cada objeto es para él una historia que representa la ilusión de la persona que lo poseyó.
“Cada una sintió una pérdida cuando el agua se le llevó los zapatitos al niño, o el biberón, sus platos plásticos, su cerdito para el ahorro.
Todo eso me toca, porque ¿de dónde llega la energía para tú cargar un saco lleno de objetos de la playa hasta tu casa sabiendo que es un oficio de los más bajos?”.
Efectivamente, al verlo recoger la basura más de uno piensa que está loco. Él, en cambio, considera un privilegio trabajar con los sentimientos y las historias que se le ha ido a la gente, con sus emociones y penas.

Ecología
La temporada baja para Capellán comienza el Día de la Limpieza de Playas, que generalmente se celebra en septiembre.
Tony Capellán entre ganchos, cepillos y peines.
“Ahí mueren mis esperanza de hacer más nada y luego renacen en mayo, con la primavera”, ríe Capellán.
En este tipo de trabajo no puede faltar el tema ecológico. Con una población consciente, le insinuamos, es posible que su materia prima, los desechos que el artista tanto aprecia, desaparezcan un día, ¿entonces qué hará?
“Cambiaré. Estoy esperando ese día. Ese es mi gran anhelo. Ahora, con las playas limpias, yo tengo una sensación ambigua, de que me han dejado sin nada pero al mismo tiempo he logrado un objetivo, que es decirle a la gente que tenemos que fijarnos en el medio ambiente, que nuestro mar no puede ser una cloaca, que nosotros merecemos un mar limpio y que tenemos la posibilidad de tenerlo si luchamos por él”.

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Escultor, artista visual, dibujante y pintor, Tony Capellán nació en Tamboril, Santiago, en 1955. Estudió en la Escuela de Artes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y en la Art Student League de New York. Forma parte del colectivo Quintapata y es considerado uno de los más importantes artistas contemporáneos dominicanos. Flotando es su individual número 33. “Un número especial para mí; por eso esta exposición es especial”, expresa. En ella estuvo trabajando el artista en los últimos dos años en su taller ubicado frente al parque Independencia.

1 comentario:

Blog Cultura Green dijo...

Que interesante el trabaho que realiza este Artista Tony Capellan, es admirable su trabajo, sobretodo por el mensaje ecologico del reciclaje y reutilizacion de desechos tan comunes como un peine. Hay que apoyar iniciativas como esta! La compartimos en nuestro blog ecologico www.culturagreen.com
Saludos, Claudia Cedano ECOBlogger.