Sí. Aunque no lo crean, los mayores productores y distribuidores de flores (más de 130 variedades) de República Dominicana no producen orquídeas. Hasta hace poco tiempo don Julio Sepúlveda, el fundador y presidente de la empresa, se consideraba un “antiorquídeas”.
Su teoría, como nos contó hace dos semanas durante “el tour de las flores”, es muy particular e interesante. Para don Julio, y contrario a las rosas, las orquídeas no son dinámicas. No son flores “que crecen y mueren en gracia”. No las pones en un jarrón y van abriendo “hasta enseñarte el corazón”. Es decir: las orquídeas echan sus flores y se quedan ahí, tiesas, durante tres o cuatro meses. Eso nos dijo.
Lo que pasa, ahora admite don Julio, es que no les ha quedado más remedio que aceptar que hay un furor mundial por estas flores y por eso han decidido complacer a los clientes, cultivándolas y ofreciéndolas en sus tiendas.
No solo era antiorquídeas, explica, también les hacía mala propaganda.
“Les hacía mala propaganda porque yo no las producía, pero la verdad es que son la locura mundial (…). La orquídea es un producto que no cae; siempre se mantiene. Los productores están sacando siempre nuevas variedades, por eso no cae. Yo siempre tenía el temor… y al principio del divorcio hasta me daban pesadillas… Decía: ‘Concho, ¿y si la gente deja de comprar flores de repente?’, Pero para que la gente deje de comprar flores tiene que dejar de existir el amor, o la muerte, o los cumpleaños, o las celebraciones. Y realmente en un evento, si no hay flores, la verdad…”.
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