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4/5/09

¡Amarrados!

Una prefiere pensar que sí, que los pequeños disfrutan tanto asistir a la Feria del Libro que poco les importa que los amarren. Da hasta un chin de risa verlos: un grupo que agarra la soga con las manos (so pena de morir pisoteados si la sueltan en ese mar de gente que da la vida por ¿comprar? matatiempos, stickers y, si les sobra tiempo, libros); y otros, los más pequeños, unidos a la soga por las pretinas de sus pantalones. La profesora de la foto duró varios minutos intentando desatar al último de esta fila cuando, después del paseo, se sentaron a merendar bajo una mata. ¿Vale la pena que los amarren? "Sí, porque si no se pierden". ¿Saben los más pequeños qué es una feria del libro? "Por supuesto, que sean niños no significa que sean tontos". ¿De cuánto dinero disponen para gastar? "Unos 20 pesos. Suficiente para comprar el sticker del Hombre Araña o de Puca". ¿Cómo se asoman a las librerías y eligen lo que compran si no pueden moverse más que algunos centímetros para evitar arrastrar al compañerito? "Los libreros se los enseñan". ¿Por qué mejor no los llevan los padres a la feria? "Están trabajando, nena, ¡pero qué estúp...!"¿Se imaginan que se arme la de San Fermín y haya que salir corriendo? "Ehhh... Este... pues... ah... a ver..."

1 comentario:

Timoteo Estévez dijo...

conchale!!!

pero eso ta fuerte, cada vez que yo veo esos muchachitos en grandes eventos amarrados no le doy mente. de eso. pero yalo eso es cierto!!!

el fuete, pero eso es sumente cierto. mierquina.