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31/10/07
Disculpe, ¿decía, Padre?
La remodelaron en diciembre del año pasado y cuando entras te quedas con la boca abierta. Una no sabe hacia dónde dirigir la vista en la Catedral San Juan Bautista, en San Juan de la Maguana: si es al techo, una bóveda de colores como la nave de Chicken Little te atrae; si es a los lados, arriba, los vitrales te deslumbran; si es al centro, las columnas verde pastel te conquistan; si al altar, ¡vaya, que majestuoso!; si es a las paredes, la vida de Jesús y sus misterios, el santo Rosario y el Vía Crucis te obligan a dejarla clavada en ellos.
- Disculpe, ¿decía algo, Padre? Diría yo más de una vez si me tocara escuchar misa en uno de sus bancos. Y algunos sanjuaneros admiten que al principio fue así.
Cuando le preguntamos a Hanoi Sánchez, arquitecta, síndica de San Juan y responsable de los cambios por qué tantos detalles, tantos adornos, tantos colores, su respuesta fue tan original, sincera y espontánea que Yalo no tuvo más remedio que echarse a reír.
- ¡Porque así soy yo, querida, así soy yo!
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3 comentarios:
A propósito, un aporte muy sincero y poco espontáneo: SIN COMENTARIOS.
Ja! que cínico puede llegar a ser el ser humano!
Hola, ami. ¿Lo dices por mí, por la arquitecta, por la iglesia o por los sanjuaneros que permitieron la decoración? A mí, la iglesia, no me parece fea. Todo lo contrario. Es una joya. Tantos detalles realmente te deslumbran cuando entras. No soy católica pero, de serlo, es cierto que en más de una ocasión hiciera esa misma pregunta si tuviera que escuchar misa allí, ya que me quedaría "embobada" mirando alrededor.
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