Esta hermosa Hibiscus mutabilis que plantó y cuida doña Rita (la guardiana de las frutas en extinción) en su finca tiene una ‘particular característica’ que la hace superespecial.
Las flores, blanquísimas en la mañana, se van tornando rosadas con el paso de las horas hasta alcanzar el rosado intenso en la tarde y el rojo en la noche.
Las flores, blanquísimas en la mañana, se van tornando rosadas con el paso de las horas hasta alcanzar el rosado intenso en la tarde y el rojo en la noche.
Una piensa que
debería ser al revés, por lo de la luz del Sol, ya saben. Algo así. ¿O será el cúmulo de calor lo que las hace cambiar de color?
Mi cámara ha registrado el cambio de color en varias ocasiones, pero como
siempre dejamos el lugar antes de las 6:30 p.m., nunca he visto las flores de noche. Así
que me traje varias semillas para fotografiar el ciclo en casa, cuando la planta
crezca.
Ah, es de la familia de las malváceas, tiene las hojas palmeadas y se da espigadita o en forma de redondo arbusto. Y dice doña Rita que crece rápido. Lamentablemente, la flor solo dura un día. Debe ser que no aguanta tanta metamorfosis.
-----
Continuará…
-----
Continuará…
1 comentario:
mi sobrina tiene una es bella la flor quisiera si puede ser me dijera de donde le saco la semilla o si se da de gajos es que me encanta y quisiera tenerla muchas gracias
Publicar un comentario