Esta foto me encanta. La tomé en la playa de Punta Rusia, en Puerto Plata. Los pequeños le huyen a una ola que, si se fijan bien, no llega a los 30 centímetros. Al principio eran unos cuatro, pero sólo quedaron estos dos. Se colocaban en fila a orillas de la playa y justo cuando la ola se acercaba echaban a correr a todo lo que le daban sus piernitas. Gritaban: "¡Ahí viene, ahí viene, correee!", y hasta se agarraban unos con otros para ayudarse. Y así pasaron una buena parte de la tarde de un domingo cualquiera. Se les olvidó que precisamente la "fama" de esta playa es que es súper bajita, ideal para que los niños se bañen en ella.
5 comentarios:
jejejeje bonita foto, me encanta esa playa!
el viaje es largo , pero vale la pena , es linda la playa
En esa hazaña se refleja la inocencia de los niños. Me gusta la foto y su descripción.
Para jugar el tamaño de la ola no importa, sino el tamaño de la imaginación.
Supongo que ellos estaban jugando "al que no se moje los pies."
Preciosa esa foto, donde pones el ojo pones la bala.
Ciao
Tu blog es precioso. ¡Adelante!
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