Buscar en el blog

27/7/12

El viejo samán de Pedro García

-----
El hermoso árbol, según los lugareños, ya va por 200 años
-----

En el letrero colocado en una de las ramas dice que fue sembrado en 1812 por Margarita Diez y Simón Vega (fallecidos en 1938 ¿? según el cartel). Si es así, el samán de Pedro García, distrito municipal de Santiago (unos 26 kilómetros al norte del centro), ya cumplió o cumplirá 200 años este 2012. Ubicado en el único parquecito del pueblo, frente a la iglesia, comenta la maestra María Isabel Betances (Elizabeth) que el samán es el principal atractivo de Pedro García, y que gente de muchas partes llega para conocerlo.
Sin embargo, lo más lindo del samán no son los años que tiene, de tener esa edad. Es lo que acoge. El tronco y las ramas del gigantesco árbol sirven de casa a decenas de plantas trepadoras y parásitas de todas formas y tamaños.  El cuadro es hermoso, digno de ser fotografiado y largamente contemplado. En ese momento una desearía que el ojo humano que lo observa desde abajo funcionara como un lente “macro”, pero un lente que logre atravesar el musgo y la cobertura vegetal de la alfombra que cubre la piel áspera del samán, un lente que introduzca al espectador a ese submundo de las plantas en el que habitan seres nunca vistos por el hombre…
 


26/7/12

Fiona

Por personas como Fiona es que una piensa que, quien sea que haya creado el mundo, hizo al final algo lindo. Como cada domingo (la foto fue tomada en 2010), Fiona dedica la mañana a vender frituras en el mercadito ‘binacional’ de Río Limpio, en una de las calles principales del distrito municipal ubicado al norte de la provincia Elías Piña.
Entre las cosas que vende veo algo larguito y amarillo. Parece hecho con yuca. No, con harina de maíz. Ya, que para no quedarme con dudas me acerco y le pregunto qué es. “Es chulito”, dice Fiona (su nombre, el de ella, me lo dijo después). Me dice que están hechos con yuca, así que deben saber bien. Le digo que me dé uno (más por ayudarla que por hambre). Por el tamaño de los chulitos, algo grandes, deben costar entre cinco o diez pesos.  Y comienzo a buscar el dinero en el macuto.
“Qué va a hacer –dice Fiona–. No, no, tenga”. Y me pasa dos chulitos. No me deja pagarle. Pensando en que la pobre se quedará sin los poquitos pesos de la venta vuelvo y le digo que me cobre. Pero ella sonríe y me dice meneando las manos que no, que es un obsequio de ella para mí. Ay, vuelvo y pienso, se quedará Fiona sin su dinerito. Entonces le digo que está bien, pero que me diga a cómo son para decirles a los otros chicos que compren.
“A dos pesos”, responde.
Y ahí si fue verdad que me dolió en el alma que no me haya cobrado. Porque, ¿cuántos chulitos tendrá que vender Fiona para conseguir, solamente, lo que seguro cuesta una libra de yuca?

10/7/12

Reto de observación. Es una plantación de…

Este reto de observación es especial para los citadinos. ¿Saben de qué es esta plantación? Sólo dos pistas: la planta tiene nombre femenino y el color del "fruto" se parece al tallo. Generalmente las hojas se concentran en la parte superior, dejando debajo este hermoso bosque de palillos blancos.

-----
PD: Timo y Motika, por favor absténganse de participar… (je)

2/7/12

La Plaza de la Poesía

¿Qué tal un paseo por uno de los rincones más quietos e inspiradores de la Zona Colonial? Está ubicado en la calle La Atarazana, justo en la curva que se forma en el costado derecho del Alcázar de Colón. Su nombre, Plaza de la Poesía, honra la memoria de la poetisa y educadora dominicana Salomé Ureña de Henríquez (1850–1897).  Una escultura de la fundadora del primer centro de educación superior para mujeres jóvenes en República Dominicana, el Instituto de Señoritas, sobresale en el pequeño y acogedor espacio.
Inaugurada el 20 de octubre de 2011, durante la celebración en el país del Tercer Festival Internacional de Poesía Santo Domingo 2011, la plazoleta es el lugar perfecto para leer, meditar o descansar tras un recorrido por los principales atractivos de la Zona Colonial.

Entorno cultural
La Plaza de la Poesía forma parte del Circuito Cultural de Las Atarazanas, que incluye la Librería de Cultura y la tienda de artesanía Manos Dominicanas.
El área donde está ubicada, al norte de la Ciudad Colonial, es una de las más visitadas del centro histórico de Santo Domingo, declarado patrimonio de la Humanidad en 1990. En sus alrededores se encuentran –además del Alcázar y la Plaza España– el Museo Naval de Las Atarazanas, la Puerta de Las Atarazanas, el Museo de las Casas Reales, el Museo Casa de Juan Pablo Duarte, las alcantarillas coloniales, el Museo del Ron y la Caña, el Fuerte de La Carena y la Batería del Almirante.
Con las paredes blancas de los recintos coloniales al frente y las piedras marrones del Alcázar de Colón detrás, no es un lugar fácil de encontrar en el entramado de la Zona Colonial. La Atarazana, una calle muy visitada durante la noche por turistas y locales que se acercan a sus bares y restaurantes, luce despejada durante el día. Y es esa quietud que parece desprenderse del movimiento continuo de La Zona lo que convierte a esta plaza en un refugio citadino para los amantes de la lectura y el silencio.