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21/9/11

Cosón, una playa para perderse

Su nombre nunca falta en la lista de las mejores playas dominicanas

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Llega un momento en que el hastío que deja la faena diaria y aquel que producen las malas noticias le exigen al cuerpo huir de las grandes ciudades. Un día basta para desintoxicarse si decide hacerlo en playa Cosón, a unos 6 kilómetros al oeste de Las Terrenas, entre Punta Bonita y Bahía Escocesa.
Es poco lo que se puede decir de este lugar que no incluya las palabras más cursis del diccionario, en sus mejores acepciones. Hay sitios así, como Cosón, que no provocan hablar ni escribir sobre ellos, que dejan al viajero mudo, con ganas sólo de disfrutarlo y no contárselo a nadie.
Por algo está incluida en la lista de las mejores playas dominicanas. Lo ratifican sus cinco kilómetros de arena amarilla franqueados por cocoteros de troncos blancos, su certificación azul que motiva a bañarse con gusto, los manantiales con mangles que contrastan con el paisaje playero y su cercanía a uno de los pueblitos pesqueros más hermosos del Atlántico dominicano.

En la playa
Sus olas son mansas, pero no tanto, por lo que Cosón se presta para la práctica del surf y el bodyboard. El espacio se ensancha justo en la desembocadura del río Cosón, el punto favorito de los perros que aprovechan los primeros rayos del sol para calentarse el cuerpo.
Desde esta playa, además, se pueden ver perfectamente las siluetas del promontorio Cayo Ballena, unas rocas en medio del mar que parecen esculpidas en honor a la relación que mantienen los cetáceos más carismáticos del océano con la provincia de Samaná.

La nueva carretera El Catey-Samaná promete dinamizar el sector turístico e inmobiliario a largo de esta costa en los próximos años, así que si tiene tendencias bohemias, no le gusta el molote de gente y Cosón siempre ha estado en la mira de sus vacaciones, aproveche que aún es certificada bandera azul, que las aguas del río Cosón llegan límpidas hasta la playa y que hay mangles en los alrededores y apresúrese a visitarla pronto.

Cómo llegar
Cosón se encuentra en el extremo noroeste de la península de Samaná. Se accede a ella desde Las Terrenas, pero próximamente podrá hacerse desde el este cuando terminen los trabajos del Bulevar Turístico del Atlántico.

16/9/11

¿Qué pueblo es?

Está en el Sur, en la provincia de...

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¿Saben qué pueblo del país, visto desde lo alto, forma esta preciosa cuadrícula? Hasta parece mandado a hacer. Pinchen en la imagen para verla más grande. Acá las pistas: está en la región Sur. La lengua blanca que le queda al frente es la carretera Sánchez. Las dos manchitas verdes de los extremos, dentro del pueblo, son campos de béisbol (guao, tiene dos). Es un municipio. Se encuentra al oeste del municipio cabecera de la provincia, separados por 11 kilómetros. Tiene dos barrios muy famosos. Mientras escribo esto busco más pistas y, ¡diache!, efectivamente el pueblito fue como quien dice mudado a este lugar porque donde estaba originalmente construyeron una presa. No más pistas, esta última es muy buena. ¿De qué pueblo se trata?

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Relacionado:
¿Qué hotel es?

11/9/11

¿Puede el turismo generar pobreza? (1)

Abundan los análisis de preferencias del turista, y nada sobre el impacto social de las actividades turísticas en las comunidades donde se desarrollan.

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Yaniris López
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Alrededor de 1.6 mil millones de personas seremos turistas en el 2020. El turismo se perfila como la gran esperanza del futuro, motor del crecimiento socioeconómico y de la reducción de la pobreza, según la Organización Mundial del Turismo (OMT). No parece ni se espera que pudiera ser al revés, es decir, que en lugar de generar riqueza termine llevando carencias a las comunidades. Aunque…
Cuando el turismo de masas llegó a la isla Saona (sureste dominicano) a mediados de los años 70 del siglo pasado, el lugar fue convertido en área protegida y a sus cerca de 700 habitantes se les prohibió cultivar la tierra. Con el turismo ya no necesitarían labrar, se les dijo, todo cambiará en lo adelante.
Efectivamente, la más grande de las islas adyacentes de República Dominicana, con 110 kilómetros cuadrados de paisajes paradisíacos, es el área protegida más visitada del país, con más de 250 mil visitas al año, pese a que sus pobladores -hoy reducidos a menos de 200- apenas reciben dos horas de energía eléctrica al día, pese a que las plagas de mosquitos en tiempos de lluvia les asa la piel, pese a que el agua potable la obtienen llenando tanques y pozos cuando llueve. Juaniquito, de 75 años, el último de los colonos que poblaron la isla en 1944 y fundaron el poblado de Mano Juan, abrió un colmadito para subsistir. Y con los ojos llorosos se queja de que los clientes no llegan, de que ahora es más pobre que antes, cuando quemaba carbón y sembraba.
Por tratarse de un área protegida, los turistas no amanecen en la isla porque deben partir antes de las 5:00 de la tarde. Apenas tienen contacto con los lugareños. Las mujeres de Mano Juan comparten las cabezas de las chicas que deciden trenzar sus cabellos y las niñas aprenden desde pequeñitas a elaborar pulseras y collares.
Los recién llegados adoran tomarse fotos en las casetas repletas de pinturas naif y artesanías, pero casi nadie compra. Las autoridades les han prometido un muelle, una plaza artesanal, el arreglo de las casitas y capacitación.
Cierto, las mujeres aprendieron artesanía, pero dicen que deben salir a venderlas a las playas cercanas y a tierra firme, en La Romana, porque los turistas llegan a Mano Juan, toman el sol y se marchan a otra playa de la isla donde les espera un buffet costeado por su plan todo incluido. No les interesa comprar. Sólo les interesa el sol y la playa. La lancha que lleva a las mujeres hasta La Romana les cobra 300 pesos (unos siete dólares). La venta del día llega, si hay suerte, a 100 ó 200 pesos.

¿Turista o local?
Las autoridades se ponen felices cuando las cifras anuncian el aumento de turistas. Realizan congresos cuando las cifras bajan y se alarman si en los medios de comunicación aparecen noticias que desacreditan su gestión. La imagen creada fuera es más importante que la local. Parece que el turista es el personaje que hay que proteger y cuidar. Es el que trae el dinero. En un segundo plano quedan los trabajadores de los grandes complejos hoteleros que a menudo se quejan de las muchas labores que deben realizar por un salario. En un tercer lugar habría que ubicar al resto de la población que, sin participar de la industria, sabe que mientras más turistas lleguen mejor le irá al país.
Abundan los análisis de preferencias del turista, y nada sobre el impacto social de las actividades turísticas en las comunidades donde se desarrollan. El paraíso existe dentro del resort, en sus jardines amurallados. Si el turista desea ponerse en contacto con los dominicanos, debe reservar un tour que lo paseará por sus principales atractivos. Y luego volver al resort.
Las ganancias se registran en el Producto Interno Bruto del país (PIB) porque cada vez llegan más turistas, casi cinco millones en el 2009. Con todo y la crisis. Sin embargo, se trata de un progreso que, desde mi percepción personal, no se nota en las comunidades ni se refleja en el bienestar de su gente. Y entonces llega la pregunta: ¿puede el turismo generar pobreza? Claro, sobre todo en la población que no se beneficia de sus ganancias y que tampoco tiene alternativas cuando ve cómo desmantelan su espacio para dar paso a grandes proyectos en los que no puede decidir, en los que no le dan participación. Les dicen que el turismo genera riquezas, trabajo, bienestar. Y es cierto, ¿pero quién se queda con esa riqueza, adónde va, por qué no se refleja en la población, por qué no puedo saber yo en qué se invierte el dinero que genera el turismo?
A Lidia Josefa Maloon (doña Fefa, 83 años) la desalojaron hace 17 años de sus tierras ubicadas en el área de incidencia del Parque Nacional Los Haitises con la promesa de una indemnización que aún espera en su casita del barrio Altamira en Sánchez, Samaná.
Doña Fefa echa de menos la abundancia de comida que tenía entonces (de reses y pescados) y la tranquilidad del campo. Ahora su casa es una de las muchas afectadas por los deslizamientos de tierra que frecuentemente sacuden Sánchez y asegura que a duras penas consigue para comer.

La industria de los cruceros ha dinamizado la economía de Samaná y la observación de ballenas atrae a casi 35 mil turistas cada año hasta sus costas. Hay que pagar 100 pesos para verlas.
El gobierno se ufana de las buenas entradas, de lo bien que marcha el turismo en la zona. Las autoridades locales, en cambio, dicen que no tienen recursos para mover el ya tapado vertedero de la ciudad, ubicado a menos de un kilómetro del centro. Las cañadas y la basura causan estragos cuando llueve y la población no se queja, no actúa aunque le afecta la situación. Tiene fama de ser paciente. Y aquí, para ser imparciales, nos preguntamos hasta qué punto son también responsables los pueblos del desarrollo de su comunidad.

Desarrollo sostenible
Como la mayoría de los grandes complejos hoteleros está en manos de extranjeros (la oferta hotelera, que llega a más de 60 mil habitaciones, incluye 10 de las 50 mayores cadenas hoteleras del mundo), es frecuente escuchar que el turismo es la industria que genera más empleo en el país, como si el progreso estuviera determinado por la cantidad de ingresos de una persona más que por las facilidades de servicios (educación, salud, diversión) a la que pueda acceder.  
Por suerte, el ecoturismo ha venido en auxilio del sector.
Los proyectos ecoturísticos que ven en el desarrollo sostenible el punto social del turismo comienzan a poblar los lugares apartados y menos agraciados con el turismo de masas y les está yendo bien, y los turistas más exigentes, esos que no se conforman con el paraíso llamado resort, lo consumen con agrado.
Las comunidades están comprendiendo que pueden hacerse cargo del desarrollo de su localidad y repartirse entre ellos los beneficios. Entienden que pueden transformar para bien su calidad de vida y vivir en armonía con el medio ambiente. Y están comprobando que, manejado de esta forma, el turismo sí puede generar riqueza.

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Febrero, 2010

8/9/11

Algunas hortalizas deberían prohibirlas...

Lo decimos al margen de todas las propiedades nutricionales que pueda tener. Para ser tan nauseabundo y repugnante (y todos sus sinónimos); baboso y viscoso (más todos sus sinónimos); apestoso y pestilente (y el resto de sinónimos), la flor del molondrón (Abelmoschus esculentus) es muy bonita.

1/9/11

Laguna Cabarete

¿De visita en Puerto Plata? Explore la laguna urbana menos conocida del país, frente al llano costero del Atlántico, un paisaje ecoturístico del pueblo de Cabarete.

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Yaniris López
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La sufrida laguna de Cabarete, que junto a laguna Goleta y las cuevas de los alrededores conforma uno de los principales atractivos del Monumento Natural El Choco, se recupera poco a poco de la contaminación de sus aguas, el relleno indiscriminado de sus ciénagas y la ocupación de las tierras que le sirven de amortiguamiento.
Lo que queda de su forma original, frente al llano costero del Atlántico, es un sistema de humedales urbano que complementa las ofertas de sol y playa del distrito municipal. Sí, hay ecoturismo en Cabarete, hay otras cosas que hacer más allá del windsurf, el surfing y el kite, los tres deportes acuáticos que le han dado fama mundial.
El mejor paseo recomendado para el visitante comienza en el charco que se forma frente a la caseta de Medio Ambiente y que marca el inicio del área protegida. Puede dejar el chapuzón para último y explorar los alrededores del canal, dar un paseo en bote, caminar uno o dos kilómetros dentro del parque o por un camino habilitado que colinda con los barrios de Cabarete.

Las aves, sobre todo patos silvestres, llegan de repente y se deslizan en el espejo del canal, refrescando en la memoria del que los ve las escenas de la película “Volando libre” (1996), en la que Anna Paquin y Jeff Daniels enseñan a volar a unos gansos salvajes.
Explorar la zona, consumir sus atractivos, publicar sus mejores cuadros y exigir a las autoridades su mantenimiento y cuidado es el mejor aporte que turistas y locales harán por la laguna del casco urbano de una de las ciudades turísticas más prometedoras de la provincia de Puerto Plata.

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• El decreto 847-09 aprobó en 2009 el plan de ordenamiento territorial turístico del distrito municipal de Cabarete, al este del municipio de Sosúa. En el área de ecoturismo, se ha recuperado parte de la laguna y reforestado los alrededores.
• Al Choco le corresponden 77.5 kilómetros cuadrados de humedales, cuevas y las lagunas Cabarete y Goleta. Está ubicado al sur de la carretera regional Gregorio Luperón y es una de las principales reservas de agua del llano costero del Atlántico.
• Las lagunas Cabarete y Goleta se extienden unos ocho kilómetros en la parte trasera de los barrios de Cabarete, entre las colinas de la Cordillera Septentrional y el océano Atlántico.
• Como distrito municipal, Cabarete fue creado en 2002. Tiene una extensión territorial de 41.36 kilómetros cuadrados.