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19/1/11

¡Ya están aquí! (1)

Comenzó en el país la temporada de observación de ballenas jorobadas, los cetáceos más carismáticos del océano

Yaniris López

Para ellas, originalmente, fue creada el área protegida más grande de República Dominicana, el Santuario de Mamíferos Marinos del Banco de la Plata, Banco de la Navidad y Bahía de Samaná, con una extensión de 33,000 kilómetros cuadrados. Y aquí están, como cada año, de vuelta a casa. Llegaron para, como dice el viceministro de Áreas Protegidas y Biodiversidad, Bernabé Mañón, aprovechar las aguas cálidas de la costa norte del país para enamorarse, aparearse, parir y amamantar a sus crías.
Este año, la temporada de observación de ballenas jorobadas, abierta desde el 15 de enero e inaugurada oficialmente el pasado lunes, trae nuevas regulaciones y una novedad: la inauguración de un observatorio terrestre en Punta Balandra.Con un promedio de 26,000 y 27,000 visitas por año en los últimos tres años, la proyección para este 2011 es que unas 30,000 personas se acerquen a observar a los cetáceos más carismáticos del océano, estima Peter Sánchez, administrador del santuario marino. La gente y las aguas de Samaná están listas para recibirlas.

Aquí nacen los ballenatos
Las ballenas no paren en el Atlántico Norte porque las crías “no tienen grasa suficiente para aguantar el frío y morirían”, explica Sánchez. Los ballenatos toman alrededor de 50 galones de leche a diario y aumentan alrededor de 100 libras cada día.
“La consistencia de la leche de la ballena es parecida al yogur, es muy grasosa”, señala el biólogo. Una cría de ballena mide al nacer entre 12 y 13 pies y pesa entre 2,000 y 3,000 libras.

Un observatorio terrestre para ver a las jorobadas

Junto con la inauguración de la temporada de observación de ballenas jorobadas, el Ministerio de Medio Ambiente dejó en funcionamiento un observatorio terrestre ubicado en Punta Balandra. Es perfecto para las personas que no vienen a observar las ballenas por temor al mar, dijo el ministro de Medio Ambiente, Jaime David Fernández Mirabal.
Las autoridades de Samaná esperan que alrededor del observatorio surja una industria local que favorezca a los habitantes de Punta Balandra, en Samaná.
“Este observatorio terrestre de ballenas es un símbolo de esperanza. Es una forma de proteger ese nido de amor de las ballenas, de nuestros mamíferos marinos, porque no sólo vienen ballenas”, dijo Fernández Mirabal.
El ministro destacó el apoyo de las alcaldías de Samaná y Las Galeras, de la comunidad y de los dueños y operadores de botes en la ejecución del proyecto, y anunció que el 30 por ciento de los beneficios generados por la observación de ballenas este año será destinado a una obra de la comunidad.

Costos y cómo llegar
Subir hasta el observatorio este año es gratis, informa Peter Sánchez, administrador del santuario marino, pero a partir de la próxima temporada se cobrará una pequeña cuota que servirá para mantener el espacio. La infraestructura fue construida en Punta Balandra, explica Sánchez, porque se estima que el 80 por ciento de las ballenas que nos visitan ha sido visto en sus alrededores.
Para ir al observatorio, tome la carretera Samaná- Las Galeras. Una vez recorridos 14 kilómetros, un letrero le indicará la entrada al sitio, al que se llega a través de un escarpado sendero de unos 250 metros. Ah, no olvide llevar binoculares.

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¡Ya están aquí! (2)
Regulaciones para ver a las ballenas