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24/2/09

Presagios (Monumento al ego 15)

Siempre que me toca viajar a Constanza y sus alrededores creo que me ha llegado la hora de morir, y que el viaje no es más que una excusa del Señor (¿?) para que me despida del mundo de la manera más honrosa que le pueda tocar a un montero dominicano.
Horas antes del viaje, mi mente comienza a imaginarse futuros desenlaces trágicos a lo largo de la carretera que conduce al corazón de la cordillera Central.
El corazón se paraliza por segundos cada vez que una curva se prolonga unos metros más, cada vez que la niebla enturbia el panorama o cada vez que el vehículo se tambalea un poco. Durante la milésima de segundos que dura el pequeño infarto creo escuchar una voz de consuelo que me dice: “No te puedes quejar, moriste observando un paisaje digno de los dioses”. Entonces me digo: “Eso quiere decir que te toca el infierno, Yalo, y que por tus buenas intenciones te han permitido disfrutar un poco del cielo”.
Si llegamos a salvo al poblado ubicado a 1,150 metros sobre el nivel del mar intento disfrutar al máximo cada segundo: la hora del desenlace podría ocurrir durante el regreso. Dan deseos de llorar de sólo observar los paisajes de Constanza y pensar que nunca más los volveremos a ver.
De vuelta, la angustia aumenta porque la mente, cruel y envidiosa, acelera el proceso de formación de presagios y la imagen del accidente, los “derriques” y la niebla se hacen más intensos. Y surgen otra vez los pequeños infartos. Cuando asoman las primeras casitas de la comunidad de Blanco, en Bonao, y más adelante el vehículo pisa la talvia de la autopista Duarte, una risa burlona y un alivio cerebral compiten por decir: “No es ahora, Yalo. A lo mejor la próxima vez…”

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bueno que no sea ahora, Yalo. Deberías resistir unos cuantos años más para que tus fans podamos deleitarnos leyendo tu blog... :-)

Chelle dijo...

Que lindo tu blog!
Y Dios siempre esta con nostoros. Ademas no hay preocuparse por la fecha de salida, sino aprovechar cada momento. :)

Anónimo dijo...

Bueno, Yalo. Todos, absolutamente todos los que pasamos por ahí alguna vez, pensamos exactamente lo mismo. Por si te sirve de consuelo. :)

Yalo dijo...

Hola, Chelle, trato siempre de hacer eso que dices, pero es inevitable pensar que posiblemente sufrirás un accidente. Lo de morir puede ser una exageración, pero Yalo siempre ha sido una dramática...
Sí, Samir, yo creo que es verdad: que todos pensamos lo mismo. Gracias por el consuelo.
Y.

Yulendys Jorge dijo...

Yalo, yo no lo he pensado, he estado a punto de... lo cuento por un pelín... camino al Salto de Aguas Blancas...

Mejor ni contarlo...

Besos,
yu

MININO dijo...

MENCANTA!

Pedro Genaro dijo...

Jajajajajajaja!!! Tas pasá Yalo! Y sí, me ha pasado al menos tres veces, tal vez un chín más. Una vez me barrí en una curva y pensé que no lo contaba. Al menos en dos ocasiones tuve graves problemas con la Neblina bajando de Casabito.